Marbella encara el final del año con la misma sensación de abandono que la ha acompañado durante todo 2025 por parte del Gobierno de España. A falta de apenas tres meses para cerrar el ejercicio, no existe ninguna inversión destacable del Ejecutivo de Pedro Sánchez en el municipio, lo que evidencia la falta de compromiso con una de las ciudades más importantes del país en materia turística y económica.
La única actuación que puede contabilizarse han sido aportes puntuales de arena en algunas playas del municipio, con una inversión que no ha superado los 100.000 euros en total. Un esfuerzo mínimo, insuficiente y que además resultó totalmente inútil: antes de que comenzase la temporada de verano, los temporales de primavera ya se habían llevado por delante esos pequeños volúmenes de arena, dejando las playas nuevamente en mal estado y sin ofrecer la protección necesaria frente a la erosión.
Este hecho contrasta con las reiteradas demandas del Ayuntamiento y de los sectores turísticos de Marbella, que llevan años reclamando proyectos estructurales de regeneración del litoral, como la construcción de espigones y actuaciones de estabilización, y no simples “parches” que desaparecen con la primera tormenta.
El balance del año es demoledor: cero inversiones en infraestructuras, cero actuaciones en movilidad, cero mejoras en seguridad ciudadana y cero fondos extraordinarios para un municipio turístico que multiplica su población durante gran parte del año.
Mientras el Ayuntamiento de Marbella continúa asumiendo con fondos propios la retirada de algas, el refuerzo de la limpieza y el mantenimiento de playas y servicios, el Gobierno central se limita a actuaciones simbólicas y de escasa cuantía que no solucionan ninguno de los problemas de fondo.
La realidad es que, en 2025, Marbella ha sido prácticamente abandonada por el Gobierno de España, condenada a sobrevivir sin el apoyo de una administración estatal que sí destina inversiones millonarias a otras zonas del país.