La diputada socialista Isabel Pérez ha vuelto a situarse en el centro de la polémica tras intentar responsabilizar a la Junta de Andalucía del retraso en el proyecto de los espigones de Marbella y San Pedro Alcántara, en unas declaraciones que han provocado una fuerte indignación entre los vecinos y colectivos de la zona.
Pérez afirmaba que “la Junta ha intentado retrasar los informes imprescindibles para continuar con el procedimiento”, comparando incluso la situación con la paralización del Hospital Costa del Sol, un argumento que muchos califican de falsedad deliberada y un nuevo intento del PSOE de desviar la atención de su propia ineficacia.
Lo cierto es que el Gobierno de Pedro Sánchez lleva más de siete años prometiendo la regeneración del litoral sampedreño, sin haber sido capaz de licitar ni una sola obra, ni de incluir partidas presupuestarias específicas para el proyecto en los Presupuestos Generales del Estado.
Durante todo este tiempo, cada año se ha anunciado la inminente ejecución de los espigones, y cada año ha quedado en nada. Un ciclo de promesas incumplidas y titulares vacíos que mantiene a los vecinos esperando una actuación esencial para frenar la pérdida de arena y proteger el frente litoral.
Mientras tanto, la Junta de Andalucía ha tramitado en apenas unos meses los informes que el Ejecutivo central llevaba años bloqueando. Los trámites autonómicos se han resuelto con agilidad, frente a la lentitud y desinterés del Gobierno socialista, que ahora trata de maquillar la situación con un discurso plagado de contradicciones.
Resulta paradójico que Isabel Pérez, diputada nacional por Málaga y concejal en Marbella, se atreva a criticar al Gobierno andaluz cuando forma parte de un partido que ha tenido todo el tiempo y todos los recursos para cumplir con su palabra y garantizar de una vez la estabilidad de las playas de San Pedro y Marbella.
Fuentes municipales recuerdan que el Partido Popular lleva reclamando insistentemente desde hace años la ejecución de este proyecto, presentando mociones, iniciativas y escritos formales para exigir al Ministerio para la Transición Ecológica que cumpla con Marbella. “No hay más excusas: los vecinos llevan casi una década escuchando promesas de Pedro Sánchez y sus ministros, y ni un solo espigón está en marcha”, subrayan.
La última Declaración de Impacto Ambiental, publicada el pasado 18 de octubre en el Boletín Oficial del Estado, evidencia la eternización de la tramitación administrativa: el procedimiento comenzó hace más de siete años y sigue sin traducirse en una licitación real ni en presupuesto alguno.
Desde distintos sectores vecinales y turísticos se percibe ya un cansancio generalizado ante la manipulación política del PSOE, que insiste en atribuirse méritos inexistentes. Marbella y San Pedro siguen esperando una actuación que ha sido anunciada reiteradamente desde 2012 —con Rajoy, Tejerina, Ribera y ahora Sánchez—, sin que se haya movido una sola piedra.
Mientras tanto, la erosión sigue avanzando, el turismo se resiente y el litoral sampedreño continúa desprotegido. “Ya no valen las palabras. Queremos hechos”, reclaman los vecinos, que ven en las declaraciones de Isabel Pérez una muestra más del oportunismo político del PSOE, empeñado en reescribir la historia para ocultar su responsabilidad en años de abandono y promesas rotas.