Marbella vuelve a sufrir una nueva oleada de llegada masiva de algas invasoras (Rugulopteryx okamurae) en su litoral, un fenómeno que se repite cada año y que sigue sin respuesta ni ayuda del Gobierno de España, pese a las reiteradas peticiones del Ayuntamiento.
Según datos municipales, el Consistorio ha destinado ya más de 800.000 euros en lo que va de año a la retirada, transporte y tratamiento de estas algas, una actuación que no es competencia municipal, sino del Ministerio para la Transición Ecológica, que continúa sin asumir ni financiar ninguna parte del coste.
Desde el Ayuntamiento se denuncia que este gasto “debería ser asumido por el Estado, pero el Gobierno de Pedro Sánchez nos ha dejado completamente solos”. Este esfuerzo económico, añaden, “nos obliga a restar recursos a otras áreas prioritarias, como la mejora del paseo marítimo, la renovación del mobiliario urbano o las infraestructuras de playa”.
La nueva oleada de algas está afectando con especial intensidad a las playas de la Fontanilla y Puerto Banús, dos de las zonas más emblemáticas y frecuentadas del municipio, donde el Ayuntamiento ha tenido que reforzar los equipos y turnos de trabajo para evitar la acumulación de residuos en la orilla. “Si las algas no se retiran con rapidez, se secan y generan un fuerte mal olor, lo que afecta a los bañistas, a los chiringuitos y a los negocios cercanos”, explican desde el área de Medio Ambiente.
El problema, además de económico, tiene un claro impacto ambiental y turístico. Las algas, al descomponerse, provocan mal olor y una imagen de suciedad que perjudica al destino, algo especialmente grave en una ciudad que recibe miles de visitantes cada semana y que trabaja a diario para mantener su litoral en las mejores condiciones.
El operativo municipal de limpieza actúa a diario en toda la costa, con especial refuerzo en los tramos más afectados, desplegando maquinaria pesada, camiones y personal especializado para la retirada y transporte de las algas al vertedero. Todo ello, con recursos íntegramente municipales, sin apoyo del Gobierno central.
Pese a tratarse de un problema de alcance nacional, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue sin presentar un plan integral que coordine y financie las actuaciones de los municipios costeros, que —como Marbella, Estepona o Fuengirola— están soportando en solitario los costes de una crisis medioambiental que excede sus competencias.
Mientras tanto, la diputada socialista por Málaga, Isabel Pérez, natural de Marbella, permanece en silencio y no ha impulsado ninguna iniciativa en el Congreso para exigir al Ejecutivo central una solución. “Resulta incomprensible que quien debería defender los intereses de su ciudad se limite a obedecer consignas del PSOE mientras Marbella asume sola una carga que no le corresponde”, lamentan fuentes municipales.
Desde el Ayuntamiento se recuerda que el coste mensual en temporada alta supera los 100.000 euros, un esfuerzo “enorme e injusto” que impide destinar esos recursos a otras mejoras para los vecinos y visitantes. “Cada euro que dedicamos a limpiar lo que debería limpiar el Estado es un euro que dejamos de invertir en el bienestar de los ciudadanos”, recalcan.
“No pedimos privilegios, pedimos justicia y coherencia: que el Gobierno de España asuma su responsabilidad”, concluyen desde el Consistorio, insistiendo en que Marbella seguirá actuando para proteger sus playas y su imagen turística, aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez siga de brazos cruzados y sin dar respuesta a un problema que afecta a todo el litoral andaluz.







