Según informaron las autoridades holandesas al Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el ahora detenido ordenó el homicidio del cabecilla de una banda rival en la ciudad de Ámsterdam. Sin embargo, debido a una equivocación de los ejecutores, acabaron con la vida de un conocido DJ de la ciudad mientras se encontraba en su aparcamiento particular junto a su esposa e hija, que quedaron malheridas.
Por estos hechos fueron detenidas en Holanda siete personas y condenadas a más de 30 años de prisión, aunque el autor intelectual de los mismos continuaba en paradero desconocido.
De la misma manera, el ahora detenido en España, también está acusado por las autoridades holandesas de planificar el asesinato de N. F. en Berlín (Alemania), que era el objetivo real del asesinado anteriormente expuesto y residente en los mismos apartamentos que el fallecido en Amsterdam.
Esta persona, que en la actualidad se encuentra en prisión por multitud de delitos y que escapó milagrosamente de ese nuevo intento de asesinato, está considerado por las autoridades holandesas como uno de los principales líderes del crimen organizado en Holanda de los últimos tiempos, vinculado directamente con el conocido Clan de los Kinahan de la mafia irlandesa, los cuales ya intentaron liberar a N.F en un traslado a un tribunal mediante el uso de explosivos.
Colaboración con la Politie holandesa
La posible presencia del ahora detenido en España y, concretamente en la provincia de Málaga, fue alertada por la Politie holandesa a finales de febrero de este año. Desde entonces, se ha iniciado una estrecha colaboración entre ambos cuerpos, contando incluso con la presencia física de policías holandeses desplazados al efecto sobre el terreno para asistir a los especialistas de la Unidad Central Operativa.
Fruto de esta colaboración, se tuvo conocimiento de que miembros de su familia se habrían desplazado a nuestro país recientemente y se alojaban en diversos inmuebles que estos poseían en la provincia de Málaga. Ante la posibilidad de que se produjese una reunión con el huido, estas personas fueron sometidas a una intensa vigilancia durante semanas, sin obtener resultado alguno en una fase inicial.
Sin embargo, las notables medidas de seguridad que estas personas mantenían en sus desplazamientos, sustentaron la hipótesis de que efectivamente el huido se encontraba en España, por lo que, tras ser sometidas a vigilancia todas las propiedades de la familia, los investigadores se centraron en una de ellas, la cual disponía de un sistema de seguridad ajeno al propio circuito cerrado de televisión de la urbanización y donde por fin fue visto por primera vez el huido al abandonar el domicilio adoptando grandes medidas de seguridad.
De esta manera, el pasado 23 de mayo, los agentes pudieron corroborar como la persona investigada volvió a abandonar su lugar de residencia, y que ante la peligrosidad del mismo y de las contravigilancias de las que disponía, se contó con la colaboración del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil para proceder a su detención.
Esta operación ha sido llevada a cabo por el Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, apoyado por la policía holandesa, GAR, y otras unidades de la Comandancia de Málaga.
La persona detenida fue puesta a disposición del Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional, el cual ha decretado su ingreso en prisión a la espera de ser extraditado a Holanda.