Con motivo de la celebración del 8M, Marbella Feminista ha remitido una nota de prensa en la que analiza la situación de la mujer y la posición que esta ha tenido durante la celebración de la pandemia. Son muchos los frentes que aborda el feminismo en la celebración del 8 de marzo de 2021. A la pérdida y precarización del trabajo realizado por mujeres y la vuelta a los cuidados causada por la crisis sanitaria provocada por el Covid 19, hemos de sumar los ataques desde los sectores más retrógrados de nuestra sociedad.
La pandemia se ha cebado con el empleo femenino. La brecha salarial ha aumentado en un 23%. En cifras formales, las mujeres tenemos dos veces más de probabilidad de perder el empleo, que los hombres a causa del Covid. El 54% del empleo destruido es femenino. Aún peores son los datos que se intuyen de la destrucción de empleo en la economía sumergida, principalmente las mujeres que trabajan en el sector cuidados y trabajo doméstico en los que las mujeres siguen trabajando sin contrato.
Los estudios del mercado laboral realizado por los sindicatos arrojan datos negativos sobre la recuperación del empleo femenino frente al masculino, trabajando en empleos y sectores similares y teniendo los mismos niveles de formación.
La pandemia también ha conseguido que la vida laboral y privada de las mujeres se aúnen siendo imposible separar la jornada laboral de los cuidados familiares. El cuidado de menores recae sobre las madres especialmente en el caso de personas progenitoras separadas. En España el 14% de las personas progenitoras con menores a cargo son personas solteras y, de ellos, el 86% son mujeres y el 14% restante, hombres. Una buena parte de estas progenitoras habrá estado obligada a renunciar al trabajo para el cuidado de menores, especialmente si trabajan en sectores esenciales y están obligados a salir de casa. En total, el 10% de las madres que trabajan en sectores esenciales son solteras.
A la pérdida de empleo y la vuelta a las dobles jornadas, las mujeres hemos vuelto a ser el objetivo de los ataques de partidos políticos de derechas y ultraderechas criminalizando al movimiento feminista y acusándolo de propagar la enfermedad.
Entendemos que antes de realizar estas acusaciones, deberían hacer un gran ejercicio de autovaloración y, como ejemplo cercano ponemos a la alcaldesa de Marbella que declaró públicamente al feminismo de propagar la enfermedad en la ciudad, sin embargo, en Marbella no hubo llamamiento alguno por parte de agentes sociales en el año 2020 y si una del Partido Popular en la que el invitado de honor fue su diputado nacional por Málaga Pablo Montesinos.
Ante el 8 de marzo el objetivo de Marbella Feminista ha sido la visibilización de las mujeres cuya labor ha sido imprescindible durante el confinamiento por lo que hemos lanzado en redes una campaña de visibilización durante el mes de marzo con los hashtags #MujeresInvisibles #MujeresImprescindibles.
Desde la asociación queremos señalar que la sociedad ha olvidado a las mujeres de los talleres de confección que se lanzaron a coser mascarillas cuando eran imposible conseguirlas en los comercios, a las transportistas que distribuían alimentos por nuestro país para que no hubiera desabastecimiento en los negocios, las trabajadoras sociales que junto a las voluntarias tejieron y tejen redes para atender a la ciudadanía, a las mujeres de hermandades y cofradías, sindicatos, partidos políticos y asociaciones que han trabajado para ayudar a quienes se acercaban a ellas buscando alimentos o ayuda para pagar los recibos. Son muchas las mujeres que han trabajado para que esta sociedad siga adelante y no sabemos quiénes son.
Tampoco hemos querido olvidarnos de las mujeres prostituidas por las redes de tratas de personas que, a pesar de las restricciones, no dejaron de tener clientela.
En años anteriores Marbella Feminista ha trabajado en las convocatorias de concentraciones en el municipio en una fecha tan importante, como es el 8 de marzo para las mujeres, pero este año preferimos cuidarnos, porque aún nos quedan muchos espacios por conquistar y cuidar a las sanitarias cuya carga de trabajo este año ha sobrepasado a lo humanamente soportable.