Hoy es Domingo de Ramos, pórtico de Nuestra Semana Mayor, y un año más abrimos el telón de la gloria, de esos siete días inmensos que encumbran la Semana Santa. Los cristianos nos preparamos para vivir con orgullo, con fervor y con mucha devoción y fe, la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Los naranjos que inundan nuestro casco antiguo con el perfume de su azahar en flor, suavizan un aire y un ambiente, que pronto tendría que pasar a ser el del olor de la cera y el incienso. Calles que pasarían a ser un largo desfile procesional dando una máxima expresión de fe y de penitencia, siendo la más bella oración vivida por todo un pueblo, transformando en templo la ciudad entera, pero ESTE AÑO NO SERA ASI.
La situación tan complicada que está atravesando nuestro país en estos momentos debido a la pandemia provocada por el dichoso virus COVID-19 (CORONAVIRUS), nos obligó a tomar una muy dura decisión pero a la vez muy responsable, como fue la suspensión de nuestro desfile procesional por las calles de Nuestra Marbella.
Sin duda alguna, son momentos muy difíciles los que nos están tocando de vivir y quiero mostrar mi más profunda tristeza viendo la situación tan delicada que están viviendo tantas personas, tantas familias rotas, tantos sueños que se esfuman por el contagio provocado por un “bicho” que no distingue de fronteras, ni de religiones ni de edades, y que si se está cebando de una manera muy dura con nuestros mayores. Se me parte el alma viendo cómo se nos va una generación entera y apenas podemos hacer nada para remediarlo. Por ello les ruego a NUESTROS SAGRADOS TITULARES que nos den la fuerza necesaria para cumplir el papel que nos corresponde y tengamos a todos los enfermos en nuestras oraciones para que se recuperen lo antes posible.
Pero hoy es DOMINGO DE RAMOS, y vamos a combatir estos días de confinamiento con la mayor de las ilusiones y de las alegrías, pues ya llega el SEÑOR a lomos de un humilde pollino. Él nos ilumina y nos guía, su Misericordia infinita nos saca de estos días de tinieblas y hace que su LUZ DIVINA resplandezca en nuestros corazones. Estrenemos algo y vivamos con gran jubilo este grandioso día. Preparémonos pues, para vivir intensamente nuestro domingo más deseado del año, ese día en el que se abren las puertas del cielo y en el que nuestros SAGRADOS TITULARES reinarán por las calles de nuestra ciudad.
Os invito a que revivamos juntos todos esos recuerdos y momentos que hacen nuestra ESTACION DE PENITENCIA tan especial y emotiva, e intentemos por unos instantes desconectar del tedio y la tristeza que dan tantas horas encerrados en nuestras casas. Recordando por ejemplo, esos momentos previos adornados por el colorido de las palmas agitadas por tantos niños que con tanta ilusión esperan en la salida a que D. José les de su bendición; esas caras de inocencia pero a la vez llenas de alegría de saber que cuando reparten el olivo durante todo el recorrido hacen feliz a tantas y tantas personas; o ese paso tan decidido y firme de NUESTROS SAGRADOS TITULARES por cualquiera de las calles de nuestro casco antiguo llevados con el hombro, pero también con el alma y el corazón de esos portadores de trono tan dichosos y orgullosos de ser las piernas de NUESTRO PADRE Y DE NUESTA MADRE; quedémonos también con ese paso por la puerta del Colegio Bocanegra, donde año tras año le rezan con esa oración cantada, esas voces puras e inocentes pero llenas de orgullo y alegría de esos niños que nos hacen sentir tan orgullosos; o esa petalada a NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y ESPERANZA desde los balcones de dicho colegio de camino al encuentro tan esperado que se produce en la plaza del Santo Sepulcro con nuestra hermanos de la COFRADIA DEL NAZARENO DE MARBELLA; y por último os invito a recordar conmigo ese encuentro de los dos tronos en la plaza José Palomo, donde no cabe un alfiler y donde se unen sentimientos de tristeza y felicidad a partes iguales. En fin, un cúmulo de sensaciones y recuerdos que estoy seguro nos ayudaran a disfrutar de un DOMINGO DE RAMOS atípico.
Hermanos, no desfallezcáis nunca en vuestro ímpetu y seamos respetuosos y solidarios, esta desesperante situación pasará más pronto que tarde y será gracias a la unión y el esfuerzo de todos. Volverán los días de trasiego en la Casa de Hermandad, esforzándonos para que todo reluzca, sacando brillo a todos los enseres, arreglando las túnicas, el ir y venir de los hermanos recogiendo su papeleta de sitio, los estrenos de enseres, trabajando todos juntos con la mayor de las ilusiones y seguiremos escribiendo renglones de oro en la historia de nuestra Hermandad, aún nos queda mucho por hacer.
Que Nuestros Sagrados Titulares nos sigan guiando, tanto a mi JUNTA DE GOBIERNO como a mi persona, en esta bendita aventura que iniciamos hace algo más de dos años, y nos ayuden dándonos fuerzas y concediéndonos la gracia del entusiasmo y la ilusión.
?NUNCA PERDÁIS LA ILUSIÓN.??¡Viva Nuestro Padre Jesús de la Misericordia!?¡Viva María Santísima de la Paz y Esperanza!?¡Viva la Pollinica!