Si algo va a permitir la actual legislatura en Marbella es comprobar las diferencias entre la gestión de un equipo de Gobierno liderado por el Partido Socialista, encabezado por el ex alcalde, José Bernal, y la del Partido Popular y la actual regidora, Ángeles Muñoz. En lo que respecta a la ejecución presupuestaria, de la que esta mañana ha dado cuenta el pleno del Ayuntamiento en relación con la de 2018, el equipo de PP y OSP, se ha situado en un 83% de ejecución, frente al anterior tripartito del que el portavoz municipal, Félix Romero, lamentó que dejó partidas presupuestarios “sin ejecutar en un 99%”.
Unos datos que han obligado a Marbella a presentar el Plan Económico Financiero para los ejercicios de 2019-2020 con los que el Ayuntamiento corregirá el desfase en relación al techo de gasto, que se ha superado en 55 millones de euros. Una situación que tiene en su origen “la baja ejecución presupuestaria por parte del Gobierno anterior presidido por el PSOE”, según explicó la alcaldesa, quien añadió que este documento económico “no contempla ningún recorte”. Unos datos económicos ante los que los socialistas han preferido crear incertidumbre sin reconocer el fracaso económico de su gestión.
Los socialistas ya vieron como Muñoz aplastaba con datos la diapositiva que mostraron en rueda de prensa y que lo único que hizo fue recoger la diferencia de 55 millones de euros -no negada por el actual Gobierno-, aunque sin dar ninguna explicación de porqué se había tenido que generar esa diferencia.
La liquidación de este año ha arrojado un resultado de liquidez de tesorería de 46 millones de euros en positivo –frente a los 22 del PSOE en 2016, único año que gobernaron íntegramente-, una ejecución del gasto del 83 por ciento y de un 90 por ciento en cuanto a ingresos. Asimismo, la capacidad de financiación del Ayuntamiento se sitúa en 6,5 millones de euros, cumpliendo de esta forma con la regla de estabilidad presupuestaria.
La alcaldesa destacó así que “estamos ante el mejor año en materia financiera y económica del Ayuntamiento hasta la fecha, como demuestran los diferentes parámetros arrojados por las cuentas de 2018”. “Solo en comparación con las cifras del anterior Gobierno, los fondos líquidos en tesorería han pasado de los 22 millones en 2016 a los 46 el año pasado, mientras que el remante se ha situado en 91 millones frente a los 80 de 2016”, ha apuntado.