Una sucesión de catastróficas desdichas. Ese parece ser el resumen del proyecto para la construcción del Mercado Sabor a Málaga en las inmediaciones del Bulevar de San Pedro Alcántara y para el que se ha terminado perdiendo la subvención aunque, como ha explicado el Teniente de Alcalde sampedreño, Rafael Piña, la administración buscará otras alternativas para poder llevarlo a cabo “porque será un revulsivo para San pedro Alcántara”.
El edil ha negado cualquier responsabilidad “ni de técnicos, ni de políticos” y ha criticado que el PSOE siempre busque el “rifirrafe político”, recordándole a los socialistas que la ex edil de Obras durante su gestión, Blanca Fernández, perdió una subvención para la construcción del Bulevar Arroyo Primero, precisamente por causas que no eran atribuibles a ninguna acción política, ha defendido el edil.
Piña ha querido explicar las causas de la pérdida, al tiempo que ha negado que el anterior equipo de Gobierno impulsase este proyecto, recordando que fue “un ofrecimiento del presidente de la Diputación, Elísas Bendodo –actualmente, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía”, y que, acordado con el mismo, se hizo responsable la delegación de Obras porque San Pedro Alcántara no tiene competencias en la materia.
Los primeros problemas surgieron en torno a la parcela en la que se quiere ubicar, en los aledaños del Bulevar, donde se encontraba el antiguo colegio Calpe. Se cerró un acuerdo con los propietarios para que se produjese el pago mediante aprovechamientos medios, no obstante, la anulación del PGOU del 2010 por el Tribunal Supremo en 2015 supuso la emisión de un informe que determinaba que, con la vigencia del Plan del 86’, “la disponibilidad no era posible”. Por lo que se busco una solución y finalmente se adquirió la parcela por 400.000 euros.
Se redacta el proyecto y se inicia el expediente en abril de 2017, adjudicándose en septiembre de ese mismo año. “Fue entonces cuando los ingenieros de la Delegación de Obras encontraron una serie de aspectos que no ofrecían total garantía en su construcción, por lo que se realiza una suspensión de contrato y obra en octubre de 2017”, informó Piña quien precisó que la zona de sombre contaba con un techo de hormigón que necesitaba de un mayor refuerzo. Por ello, se informa a la Diputación de la necesidad de modificar el proyecto y se inician los trabajos para adaptar el proyecto, una actualización que suponía un aumento de 59.000 euros.
En ese momento se presenta un nuevo inconveniente, la empresa adjudicataria está calificada para poder aspirar a obras públicas que no supere el medio millón de euros y este incremento presupuestario hacía que el precio final superase esta cifra. Prescindir de la empresa y sacar una nueva licitación conllevaba la dilación en los tiempos y las correspondientes indemnizaciones, por lo que se optó por modificar de nuevo el proyecto para reducir su coste por debajo del medio millón de euros. Se realizó el nuevo cambio sustituyendo la techumbre de hormigón por una más ligera que fuese de textil, para diciembre ya estaba finalizado el proyecto, sin embargo, a inicio de año la empresa informa de que renuncia al mismo ya que en dos años los precios de mercado han cambiado. Esta comunicación se realiza de forma oral, por lo que la Tenencia estaba esperando a tener el escrito de renuncia para informar al respecto, sin embargo, ante las críticas lanzadas por el Partido Socialista, Piña ha procedido a explicar lo acontecido.