Podemos Marbella-San Pedro recibió el pasado lunes la convocatoria para la celebración del Consejo de Administración de la sociedad municipal Puerto Deportivo de Marbella SA, cuyo primer punto del orden del día plantea permitir el uso de los amarres para los barcos de los empleados de la sociedad, siendo este permiso discrecional, no consolidable, gratuito y sin afectar a la comercialización a terceros.
Desde la formación política preguntan a Javier Mejías, secretario de transparencia del PP de Marbella y director del Puerto Deportivo, por la transparencia y la igualdad de derechos y oportunidades si el uso permitido es discrecional, y no se ofrece a todos los empleados del Ayuntamiento, o a los y las empadronados/as del municipio que pagan sus impuestos y sus atraques.
Desde la polémica elección del actual director portuario, sin experiencia pero miembro de la ejecutiva del partido, siguiendo la estela del anterior director que lo dejó en bancarrota y tuvo que ser rescatado con más dinero público, Podemos viene alertando que estas prácticas, habituales con el PP al frente de la delegación, confirman el regreso de la gestión cortijera del Puerto Deportivo: oscurantismo, clientelismo y con procesos selectivos bajo sospecha.
Cómo paradoja, hace unos días el Puerto Deportivo celebraba la obtención de la «Q» de calidad. Fernando Fraile, Director del Instituto para la Calidad Turística Española, puntualizó en la entrega del sello que «no es ningún premio, sino un reconocimiento a un trabajo bien hecho».
«¿Le habrán explicado al señor Fraile este tipo de prácticas cortijeras? ¿Las habrá reconocido el Instituto para la Calidad Turística como un trabajo bien hecho?», se preguntaba Victoria Mendiola, concejala de Podemos en el Ayuntamiento de Marbella.
Desde Podemos califican la gestión del Puerto Deportivo como desastrosa, carente de identidad propia, sin horarios y sin actividades definidas y cada día más alejada de las necesidades de ocio de los vecinos de nuestro municipio.
A nivel económico el Ayuntamiento está dando la espalda a los negocios que funcionan y crean empleo los 365 días al año, que están cansados de multas y cierres. Los empresarios con más experiencia se resisten a creer las promesas partidistas de más metros de terraza a costa de la eliminación de los aparcamientos para los usuarios del recinto. Una obra innecesaria de más de 700.000 euros, sobre la que planea la incógnita de si la Junta de Andalucía la autorizará.
«Vuelven los cantos de sirena para ganar unos pocos en detrimento de la mayoría. Eliminar unas plazas de aparcamiento, imprescindibles por su escasez, mediante el engaño partidista de convertir el espacio en peatonal, y que resultará en una okupación ilegal de una vía pública por más terrazas de restauración, ya masificadas, con el miserable objeto de acallar los lamentos de unos comerciantes, atracados a multas e impuestos, frente a la competencia desleal del festival Starlite y del que ya, curiosamente, han dejado de quejarse», ha zanjado Mendiola.