Los marbellies estaban necesitados de una victoria balsámica, que hicieran olvidar las últimas derrotas en el tramo final del 2017. Y es que las lesiones y las sanciones están haciendo difícil, hasta conseguir completar en casa una convocatoria de 23 jugadores (22 jugadores, para este partido). Hasta esta jornada, los locales se encontraban octavos, con 31 puntos. En frente, el C.A.R. Cáceres llegaba a la Costa del Sol, en quinta posición, con 34 puntos. Es decir, con la victoria y los resultados negativos del sexto y séptimo, los costasoleños podrían haberse aupado de nuevo al quinto puesto. Pero, la fortuna no estuvo del lado azulón y en la última jugada del partido, tras haber remontado el marcador adverso, vieron como los extremeños se llevaban la victoria por un solo punto. Y es que el partido comenzó con un equipo visitante, totalmemte volcado en campo contrario. Fruto de ello, en el minuto 3, llegaron los primeros tres puntos visitantes, con la conversión de un puntapie de castigo. Y ahí, los locales tomaron las riendas del partido y desplegaron su mejor juego. A los siete minutos, tras un saque de banda ensayado, el talador Roger Radermacher conseguía el primer ensayo de su equipo. Los siguientes 25 minutos fueron de total dominio marbellí, aunque con un pobre bagaje anotador, con solo un golpe de castigo, que daba una exigua ventaja de 8 a 5. Para no variar, llegaron los primeros expulsados temporales en el cuadro local y que les dejó en inferioridad numérica, en el tramo final de la primera mitad. Pero, no volvio a moverse el marcador y a duras penas se conservaba el marcador favorable de 8 a 5.
En el primer minuto de la segunda parte, llegó la primera pifia en contra para los locales. Balón suelto, que llega al ala y un desmarcado segunda linea, solo tuvo que lanzarse, anotar y conseguir empatar el partido. Los marbelleros, visiblemente descentrados, acusaron el mazazo y vieron como seis minutos más tarde, encajaban otro ensayo, esta vez sí transformado y que ponía en franquicia a los visitantes, 8 a 15. Restaba poco más de medía hora para el final y había tiempo para remontar. Primero, un golpe de castigo a cargo de Lupi Rinero en el 55 (11 – 15. En el 67 fue el «Pumita» recién llegado, Santiago Parada, quién anoto tras una larguísima jugada de ataque, aunque sin transformar (16 – 15). Prosiguió el dominio y el ataque marbellí, que se vio recompensado en el 78, con el ensayo de Nacho Molina y tampoco pudo Lupi Rinero transformar (solo dos conversiones de siete intentos). Pero, que dejaba en franquicia el marcador para los locales, 21 a 15.
A los extremeños, solo les valía conseguir un ensayo transformado, en los apenas 30 segundos que restaban de partido. Algo tan simple, como recibir el saque de centro, lanzar el balón fuera y el partido hubiera terminado. Pero, los hados no estaban del lado marbellí y todo lo que tendría que salir mal, salió peor aún. Primero, dejar botar el balón entre lineas, después que dos jugadores locales se tropiecen y no consigan hacerse con el balón. Y por último, que el siguiente jugador local que trata de agarrar el balón, tenga la mala suerte de que le rebote y meta el balón en propia zona de ensayo, para que un contrario solo tuviera que posarlo y conseguir ponerse a un punto (21 – 20). La posterior transformación no era excesivamente difícil. Pero, el pateador visitante tampoco había tenido su día, hasta ese momento, cuando su equipo más lo necesitaba y logró embocar entre palos, para darle la victoria a su equipo, (21 a 22). Es inenarrable, las caras de jugadores y aficionados, que una vez más ven como se les escapa el triunfo ante este equipo, en el ultimo suspiro y la última jugada del encuentro. Sí se repitiera la misma jugada mil veces, no cabría posibilidad de enlazarse tal cantidad pifias y desacierto. Al final, injusta derrota in extremis, que deja a los marbellís en la misma posición, a la espera de reconducir la situación y romper la mala racha en el próximo partido.