El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, ha visitado esta mañana la Torre del Cable en Marbella para comprobar ‘in situ’ los trabajos que está realizando la Demarcación de Costas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para su saneamiento y ha señalado que las obras concluirán en la primera quincena de agosto. Posteriormente ha visitado San Pedro de Alcántara, donde la Demarcación de Costas realizará una actuación de estabilización de playas. También han estado presentes en esta visita el jefe de la Demarcación de Costas, Ángel González; el teniente de alcalde y concejal delegado de Turismo e Industria, Javier Porcuna; el edil de Playas, Miguel Díaz Becerra, la senadora por Málaga, Ángeles Muñoz, y responsables de Tragsa, la empresa que ejecuta las actuaciones.
Las obras se encuentran avanzadas desde la pasada semana, cuando se montó la plataforma de seguridad adosada a la estructura. Éste era “un paso imprescindible para poder trabajar con seguridad en las tareas de limpieza y saneamiento de la torre, tal y como se comprometió el ministerio antes de ceder la misma al Ayuntamiento de Marbella como símbolo del pasado industrial y minero de la localidad”, ha explicado el subdelegado del Gobierno.
Briones ha señalado que “nos correspondía realizar este esfuerzo porque tanto la anterior Corporación municipal como la actual lo habían solicitado y porque se trata de una iniciativa que hará más atractiva una ciudad como Marbella que ya tiene suficientes encantos para ser reconocida como el centro del turismo internacional”. “Entendemos que este saneamiento de la torre, que tiene un vínculo emocional evidente con la tradición del pueblo marbellí, va a suponer un antes y un después para la ciudad que pretende ponerla en valor”, ha manifestado el subdelegado.
La actuación cuenta con un presupuesto de 130.000 euros y concluirá, como ya se ha indicado, a mediados del próximo mes de agosto.
La obra del Estado se limita a la parte superior de la torre y prevé la retirada de la pintura, que no ha sido sustituida desde hace años, así como el refuerzo y retirada de aquellos elementos que, por su mal estado de conservación, puedan representar un peligro ante el riesgo de desprendimiento. Hay que destacar que esta actuación ha requerido tomar una serie de medidas de seguridad y medioambientales muy importantes.