La responsable municipal de Cultura y Patrimonio Histórico, Gema Midón, aseguró ayer, con respecto a la puesta en valor del entorno de la Basílica Paleocristiana Vega del Mar que, esta no ha supuesto ningún daño en el patrimonio, precisando que “la actuación ha tenido lugar en la parcela anexa al perímetro del BIC (Bien de Interés Cultural), nunca dentro del mismo”. Además, Midón explicó, en relación al comunicado remitido por Cilniana, que “tras la inspección llevada a cabo ayer no se observó ninguna alteración directa al patrimonio, ni ningún destrozo al mismo”. La responsable de Patrimonio Histórico apuntó, a través de una nota de prensa remitida por el Ayuntamiento, que “es cierto que aparece material en la superficie, como són tégulas (material de construcción) y restos de cerámica, atendiendo, además, a que es una zona donde con normalidad se puede apreciar este tipo de material, tanto en el entorno como en la duna que hay a pie de playa”. No obstante, Midón aseguró que “todo el material que ha aparecido está descontextualizado, ya que para que el mismo tuviese valor en sí debería aparecer dentro de una estratigrafía, lo que supone que en una intervención arqueológica dichos restos contribuyan a conocer y datar el periodo histórico de un yacimiento concreto. En este caso, el valor de los restos aparecidos es escaso, principalmente, por este motivo”.
Además, “las fracturas no son actuales, si no antiguas, lo que supone que este material sea más propio de una terrera anterior”, según ha señalado la responsable de Patrimonio Histórico, quien ha señalado con respecto a la destrucción de una necrópolis romana señalada en el comunicado que “en ningún caso, se tienen noticias científicas sobre ello; solo de tres tumbas tardorromanas en la duna y, por tanto, no se puede crear alarma con algo que no está demostrado”.
Sobre el comunicado en el que se habla de la realización de unas obras de saneamiento, Midón ha afirmado que es “completamente falso. La zona se pone en valor como zona de recreo, a través de la instalación de mesas y sillas de madera, lo cual no es incompatible con la protección arqueológica de este entorno, al no realizarse ninguna excavación o acción constructiva”.
“El problema es que cuando se hizo el proyecto de la puesta en valor de la Basílica no se incluyó un sistema de drenaje en una zona en la que se acumula el agua, lo que supone que cuando hay lluvias el agua se acumule, lo que conlleva que se creen grandes lagunas”, ha detallado la responsable de Patrimonio Histórico.
Midón ha detallado que “a ello hay que sumar que la eliminación de numerosos ejemplares de eucaliptos (cuya función es la de desecar la zona) dentro del proyecto de la puesta en valor, agrava la acumulación de agua en la zona”.
No obstante, ha señalado que “la presencia de la máquina, que será no la primera, pero sí la última vez que entre en este recinto, se debe exclusivamente a labores de limpieza superficiales. A partir de ahora, todas las labores se realizarán a mano”.
Finalmente, Midón subrayó que “en ningún momento, se ha querido dañar nuestro patrimonio, más aún, cuando desde la propia delegación de Cultura se está trabajando exhaustivamente para concienciar y dar a conocer dicho patrimonio, como pueden ser la creación de las Jornadas de Patrimonio Histórico, la ampliación de horarios de visitas de los yacimientos, las prospecciones de arqueología subacuática o la colocación de cámaras de vigilancia en los mismos” y ha anunciado en este sentido que “se está trabajando para que toda esta zona sea un futuro parque arqueológico”.