Plácida victoria del CB Marbella La Cañada, que venció a un Portus Magnus Crisara repleto de cadetes por 105-35. Poco se puede contar de un encuentro en el que no se jugó en igualdad de condiciones, pero que los azulones afrontaron con todo el respeto del mundo contra la juventud de un equipo que puso desparpajo, puso ganas y puso baloncesto. El resultado, lo de menos, en un pabellón que despidió a los ‘naranjas’ entre aplausos. Mal trago para los chicos, pero el orgullo de haber jugado contra toda una eminencia como Richi Guillén es lo que se llevan a casa. Hablar de parciales está de más cuando el resultado es tan contundente. Del primer 10-2 con una canasta de Richi Guillén en los dos primeros minutos de partido se pasó, en un abrir y cerrar de ojos a un 26-2 que no dejaba lugar a dudas a lo que estaba pasando en la pista. Sin apretar mucho el acelerador pero con toda la maquinaria sobre el parqué, los de Francis Tomé fueron enlazando jugadas de ataque aprovechando su gran superioridad tanto física como en el juego. El primer periodo acabó con 36-8, pero las ganas de los almerienses de agradar y disfrutar superaban a cualquier marcador. La misma tónica siguió el segundo parcial. Poco podían hacer los locales para que el resultado no fuera creciendo. Adri Mayor tiró de acierto exterior para con dos triples seguidos poner el 56-16 cuando se acercaba el minuto 15 de encuentro. Tomé rotaba a todos sus jugadores, daba minutos a todas sus espadas mientras que Crisara, intentando mantenerse en pie, solo contaba con dos cambios en el banquillo. Fue curioso el dato de que el mismo día que el CB Marbella ponía a jugar a sus jugadores minibasket al descanso se viviera tanta juventud en la pista.
Afición seguro que se hizo y cantera e ilusiones por llegar a jugar con los mayores, también. José Merino capturaba un rebote ofensivo y anotaba a placer y David Hermosilla movía con facilidad los hilos del equipo. Debutaba para delirio de la grada Marius Voicus, jugador Junior, que de la mano de Francis Tomé se veía jugando de repente junto a Guillén. El descanso marcaba una diferencia de 40 puntos (56-16), y poco más se podía hacer al respecto.
Con el partido en el terreno en el que estaba ambos equipos salieron a correr sin complejos y a intentar divertir a toda la gente que estaba en la grada. Incluso sonreían los almerienses en varias jugadas de mérito que hicieron y lo que menos les afectaba era el marcador. Daba tiempo a que debutara también de azulón Manu Caracuel, que anotó incluso varias canastas de mérito. Intercambiaban palabras con nuestros jugadores, detalles que dejan claro que el balón naranja era solamente una excusa para disfrutar en el Serrano Lima. Un parcial de 5-0 ascendía la cosa a 61-16 y cuando bajó el listón el CB Marbella La Cañada pegó el acelerón el Crisara para anotar siete puntos casi consecutivos que maquillaban como podía el marcador (77-23).
Con 84-28 se cerraba el tercer cuarto y los últimos diez minutos se presentaban con más iusión y ganas que otra cosa por parte de Crisara. Los deberes estaban hechos en el CB Marbella La Cañada, que terminó el partido ganando de 70 puntos pero sin darle demasiada importante a la cosa, ya que la victoria, más allá del efecto clasificatorio, no tenía más mérito que el de vencer a un equipo con siete jugadores, uno de ellos junior y el resto, de categoría cadete.