Divina Pastora es uno de los barrios del municipio donde mayor concentración de población se congrega. El encontrar un espacio en el que estacionar suele ser casi ‘misión imposible’ en esta zona de Marbella, sobre todo a determinadas horas del día. Por eso, sus residentes deberán afanar su ingenio para aparcar en esta zona próximamente, ya que las obras de remodelación de la plaza de la Iglesia acarreará la pérdida de aparcamientos, reduciendo entre 10 y 15 las plazas que existen actualmente. Así se lo transmitieron ayer por la mañana, tanto técnicos como responsables de la obra, a vecinos y comerciantes de esta zona en una reunión que mantuvieron con los colectivos para explicarles los pormenores de la actuación. Entre los puntos tratados, además de la reducción de los aparcamientos, se les informó de que la obra comenzará este lunes y está prevista que dure entre ocho y nueve meses, un periodo que conllevará las típicas complicaciones de una actuación de estas características, en lo que respecta al tráfico, a causa de las calles que se limiten al paso de los vehículos rodados, así como para los comercios que se ubican en la zona, tales como el mercado de abastos que colinda con la iglesia de Divina Pastora. “En una obra nadie está contento durante el desarrollo de la misma, y seguramente tendremos nuestras cosas, con calles cortadas y demás, pero nos alegraremos cuando esté lista”, explicaba a Marbella Directo la presidenta de la Asociación de Vecinos de Divina Pastora, Isabel María Ruiz.
En cuanto a la obra en sí, que arranca la próxima semana, ésta contempla la remodelación de la Plaza de la Iglesia y su confluencia con la avenida de Europa y la calle de La Paz y la reestructuración de la calle Plinio y la calle Presbítero Juan Anaya, que se va a peatonalizar de manera parcial. Se actuará sobre una superficie de unos 4.289 metros cuadrados. La actuación ha sido adjudicada por 903.537 euros frente a un presupuesto base de 1,2 millones.
Está previsto de este modo, un nuevo espacio para los vecinos con una zona peatonal alrededor de la iglesia, sin perder funcionalidad respecto al tráfico rodado, aunque el número de plazas de estacionamiento se reduce, no así las privadas, que se mantendrán. Se reordenará la circulación construyendo un vial peatonal anexo a la iglesia, cambiando el sentido de circulación de la calle Plinio.
La obra se complementa con la renovación de las canalizaciones de suministros y servicios, separando las redes de aguas fecales y pluviales, y renovando las conducciones de agua, telecomunicaciones, gas natural, electricidad, telefonía, alumbrado público y riego.
