El primer round de la eliminatoria para la promoción a División de Honor B del Trocadero Marbella frente al C.A.U. Metropolitano de Madrid ha dejado un resultado desfavorable para el conjunto local, que cayó 23-30. Una fase del que saldrá el equipo que estará la próxima temporada en la categoría de plata del rugby nacional. Un partido de ida, disputado el pasado domingo, que se presentaba con muchas incógnitas, para uno y otro bando. Los madrileños llevaban, prácticamente dos meses sin jugar, tras la finalización de la competición regular, a la espera de rival, para afrontar esta promoción por la permanencia. Por su parte, los locales llegaban muy tocados de efectivos, tras casi tres meses de duros partidos, desde los play off por el título andaluz, hasta los de la Fase de Ascenso a DH B; con la práctica totalidad, de la primera línea titular (Javi García, Roger Radermacher y Luke Riley), en el dique seco y a lo que había que sumar, la importante ausencia para este partido, de Burger Heldenguys, por motivos de viaje laboral. Aun así, el equipo esta plantando batalla en cada partido. Un mal encuentro, especialmente, en la segunda parte, en la que no les han salido bien las cosas.
Pero el primer tiempo, al menos hasta el minuto 37, los marbelleros se estaban saliendo. Y eso, que en las melés sufrían mucho. Aún así, dominaban en el juego abierto y creaban muchas oportunidades de ataque, llegando a las postrimerías de la primera parte, con ventaja en el marcador, de 20 a 11 (ensayos de Román Corvalan y Andrés Costa).
Pero, llego una expulsión temporal de un local, muy rigurosa, justo cuando unos instantes antes, el árbitro no quiso ver la agresión en el suelo de un jugador visitante, con el puño en la cara de un jugador local. Tras esa circunstancia, el posterior lanzamiento al lateral del penalti y la consecuente “touch” en contra y a escasos cinco metros; llegó una mele a favor del rival, que con uno más (y ya de por sí, dominando esta faceta), empujaron hasta adentro y conseguir ensayar, con la posterior transformación y llegar al entretiempo, con una mínima desventaja de 20 a 18.
La segunda mitad, comenzaron los costasoleños con esa inferioridad numérica y con demasiados nervios. Ahora eran los contrarios, quienes abrían el campo, para arreciar con rápidos ataques. Pero, eran todos neutralizados por la zaga local. Aunque, nuevamente, tras una jugada de mele, llegaba un nuevo ensayo visitante, sin convertir (20 a 23). Al poco tiempo, un nuevo golpe de castigo transformado por parte de Andrés, igualaba el partido a 23.
Cuando mejor estaban jugando los de Pablo Munilla, llego un nuevo jarro de agua fría, cuando en el único fallo defensivo colectivo del partido, un contrincante cortó por el medio de la defensa y se coló, hasta posar bajo palos y anotar el 20 a 30, con su correspondiente conversión. En los diez minutos que restaban para el final, no se pudo mover más el marcador, para ninguno de los dos equipos.
En conclusión, restan ochenta minutos por jugar en Madrid y no hay nada dilucidado. Los marbellíes deben tratar de recuperar, para el partido de vuelta, a algunos jugadores importantes y sobre todo, trabajar durante la semana, para mejorar esas carencias, que tuvieron en este partido. Han demostrado, que pueden y deben ser equipo, de categoría nacional.