Año uno de la Era Tripartito: “un pacto político basado en las mentiras con el objetivo de alcanzar el poder”

365 días. Ese es el tiempo que ha transcurrido ya desde la llegada del tripartito al Ayuntamiento de Marbella. Un año que empezaba con muchas expectativas pero cuyo pacto de Gobernabilidad ha terminado teniendo un dudoso balance en relación con su cumplimiento, a lo que hay que sumar los distintos problemas que se han planteado a lo largo de este período. Así lo manifestó la líder popular, Ángeles Muñoz, “aquí hubo un pacto político basado en las mentiras porque hubo una serie de puntos que no se han cumplido pero con un claro objetivo que era alcanzar el poder, lo que no le habían dado las urnas”. Como gran agente externo y necesario colaborador para que ese proyecto de Gobierno llegase a buen puerto estaba la Junta de Andalucía, que renegoció la deuda de Marbella pero a la que todavía no se le conocen inversiones, más bien todo lo contrario, las esperanzas de los ciudadanos del municipio para que la Administración Autonómica invirtiese en nuestro municipio se fue con las grúas del Hospital Costa del Sol.

B. Sánchez

El desmontaje de estas y la incapacidad de llevar a buen puerto esta tan necesaria construcción, que se ha convertido en el propio Escorial de Susana Díaz, sólo sirve para hacer más dudosa las muchas construcciones anunciadas para nuestro municipio. De fondo sigue el ‘run-run’ del instituto en San Pedro Alcántara, del que hasta el momento sólo existe el anuncio del anuncio del anuncio, es decir, la entonación de estar redactándose un proyecto para la construcción del mismo, un enunciado que guarda una gran similitud con el de la llegada del Tren Litoral a Marbella.

Más allá de las construcciones estaban los anuncios de transparencia, de los que quizás haciendo especial gala de su literalidad, poco hemos visto, basta con ver la numerosas críticas vertidas en este sentido desde la oposición, desde el Partido Popular como consecuencia de la dificultad para tener acceso a la documentación para ejercer su labor, lo que ha llevado a la formación a presentar varias demandas al contencioso que han sido admitidas; mientras que, por parte de Marbella Sí Puede, con quien sí parece existe mayor permisividad para acceder a diferente documentación, las quejas vienen por la dificultad de los ciudadanos para poder conocer realmente lo que se hace con su dinero.

A estas cuestiones hay que añadirles los problemas que se han planteado como consecuencia del devenir diario de una administración, quizás el mayor de ellos haya sido la anulación del PGOU de 2010 por parte del Tribunal Supremo. Una cuestión en la que hasta el momento la medida adoptada por parte del equipo de Gobierno ha sido la adaptación a la LOUA, sin que se haya dado aún algún paso para la licitación de la redacción del nuevo proyecto del planeamiento urbanístico marbellí. Paso obligado, a tenor de lo que explicó el edil popular, Cristóbal Garre, información que obtuvo el silencio por respuesta por parte del tripartito, para la construcción del ‘Marbelab’, a la que eso sí, no le faltó anuncio y foto del Ejecutivo local.

Un año que se ha visto especialmente marcado por las críticas en relación con la limpieza de la ciudad, una situación que se vio empeorada por el cierre de la planta de reciclaje de la ciudad, la cual también decidió cerrar el tripartito en base a motivos legales aunque sin ser capaces de ofrecer una alternativa que frene la situación en este aspecto, especialmente criticado a diario.

Un balance de gestión del primer año de la época del cambio que poco parece haber traído a nuestra ciudad, ni siquiera la promesa de la Feria de Marbella al centro parece que al final fue cumplida con expectativas pues las celebraciones de día si que se vieron trasladadas, aunque la actividad nocturna volvió a usar el mismo espacio que el pasado año pese a que el alcalde, José Bernal, negó en una entrevista a Diario Sur que fuesen a ubicarse en dicho recinto.

Un año en el que, como apuntó Muñoz, “lo mejor es preguntarle a los ciudadanos”, si bien la líder si que señaló su opinión en base a lo que percibe en la calle, “creo que no hay una sensación por parte de los ciudadanos de que a Marbella le haya venido bien este cambio de Gobierno”. Una situación sin rumbo, “sin un escenario en cuanto al objetivo de la ciudad”, señaló la líder de los populares quien apuntó en un primer momento a que el Ejecutivo “no sabía lo que tenían entre manos y ahora por gran incapacidad para sacar adelante los temas que tenemos que son el futuro de Marbella”.