El lunes es la fecha límite para que ambas partes (PP por un lado, y PSOE, IU y Costa del Sol Sí Puede) cierren los programas sobre los que el Consejo Consultivo de Opción Sampedreña decidirá. Se van acotando plazos con unas reuniones que ya van a contrarreloj. De esta forma, una vez conocidos los dos programas de Gobierno, los sampedreños los pasarán a los miembros de su Consejo Consultivo para que conozcan las ofertas y sobre ellos puedan decidir. Decisión final que será tomada un par de días después, apuntando algunas posibilidades, incluso, a celebrar dicho Consejo el 11 de junio, día de San Bernabé, en el que los marbellíes celebramos nuestro Patrón. Los sampedreños vuelven hoy a sentarse con la popular Ángeles Muñoz, en unas negociaciones en los que las desavenencias en torno a la composición de su equipo de Gobierno parece ser el único punto en el que se muestran grandes diferencias. Situación que trasciende más al ámbito personal que al público.
B. Sánchez
Dentro del bando de izquierdas parece que todo marcha a la perfección, y a pesar de representar partidos y, por ende, ideologías y propuestas distintas, aparentemente, los programas de todos están encajando a la perfección. Y es que, en principio, parece que todos están cediendo y acercando posturas para conseguir gobernar en Marbella. Incluso, Costa del Sol Sí Puede aceptará la aplicación íntegra de la Ley de Grandes Municipios, de acuerdo con los comentarios posteriores a la reunión. Dicha norma era tildada hace apenas dos días como “antidemocrática” por el portavoz y encargado de las negociaciones de la Plataforma en las reuniones a cuatro, Rafael García Conde.
La próxima reunión a cuatro tendrá lugar este viernes y en la que ya deberán a cerrarse filas en torno a un proyecto final de Gobierno que presentar, del que a grandes rasgos se sabe “no externalizará servicios”, de acuerdo con lo dicho por José Bernal, candidato que sería investido como alcalde de haber finalmente una pacto de izquierdas.
Parece por tanto que un gran punto de unión lo encuentran el coto a las externalizaciones de servicios, concebidas tradicionalmente como una fórmula de ahorro público que persigue criterios de eficacia y eficiencia en la gestión. Este tipo de gestión, a pesar de ser a veces confundida con la privatización, no debe confundirse con la misma, pues si bien la gestión es realizada por empresas, el control y fiscalización sigue estando en manos públicas, siendo la administración la responsable última de su funcionamiento.
En este sentido, Josep Viñas Xifra, Profesor Titular de la Universidad de Girona del área de economía financiera, apuntaba que “en las administraciones públicas existen una serie de funciones que, por cuestiones jurídicas, están excluidas de la externalización. En el resto de actividades, existen oportunidades para reducir el tamaño y la estructura de unas organizaciones poco ágiles, externalizando aquéllas que, desde un punto de vista estratégico, no aportan valor añadido a las citadas administraciones.” Viñas apuntaba incluso que las “actividades que sean susceptibles de externalización pueden reducir entre un 5% y un 10% la estructura de costes fijos de la administración”.