Este mediodía en el Hospital Real de la Misericordia ha tenido lugar la lectura del pregón de la Asociación de Belenistas de Marbella María Rosa Duvige, a cargo de Francisco Rodríguez. Un pregón emotivo en el que el pregonero nos llevó a su infancia para explicar la interpretación de los belenes a través de la mirada repleta de ilusión de un niño.
Iñaki Díez
Este mediodía el Hospitalillo presentaba un aspecto fantástico, totalmente repleto. La ocasión lo merecía porque la Asociación de Belenistas de Marbella María Rosa Duvige celebró la segunda lectura de su pregón navideño.
El encargado de su lectura ha sido Francisco Rodríguez, persona que nos llevó a su infancia para tratar de explicar el significado que para él tienen los belén. Empezó comentando la importancia del nacimiento de Cristo «es un hecho de tal trascendencia que sin él no se entiende la Historia, separándose los tiempos en antes y después del Nacimiento de Cristo».
Rodríguez nos trasladó a su infancia durante su pregón señalando que «no hay una mejor forma de interpretar un belén que la de la ilusión con que la mirada de un niño se acerca a un nacimiento». Además señaló que lo importante de un Belén «no es su tamaño ni su composición es la fe con la que se instala lo que importa».
De hecho recordó que el primer nacimiento sobre el que se tiene constancia fue en una Nochebuena de 1223 «lo hace San Francisco de Asís sólo con una mula y un buey vivos».
Además Rodríguez interpretó este pregón «como una plegaria al niño de Dios por esos niños que sufren la guerra, el hambre y la explotación».
Un pregón muy emotivo que estuvo amenizado por los villancicos con aire flamenco de la cantaora Angus Caballero acompañada a la guitarra por Pepe Fernández. Además de la actuación de diferentes academias de baile de la ciudad.