La salida procesional de Nuestra Señora de la Amargura ha puesto punto y final a la espera para la llegada de la Semana Santa, que vuelve a la normalidad tras la pandemia. Un momento especial que se dejó sentir en las calles de Marbella que se llenó de vecinos que salieron a arropar a la Amargura.
Este año ha sido además especial por ser la primera salida desde que el pasado mes de octubre fuese bendecida y coronada litúrgicamente la nueva imagen de la entidad religiosa.
La Virgen salía con nueva saya y el gran cortejo procesional estrenaba nuevas túnicas en azul y blanco, colores de la Asociación, diseñadas por Manuel Vaquerizo y confeccionadas por Patricia Calderón.
A las 18:00 horas, las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación abría sus puertas y comenzaba la salida con un amplio número de nazarenos que destacaban por su corta edad.
Acompañada por la música de la Banda Municipal Nuestra Señora de Gracia de Moclinejo la Amargura iniciaba su recorrido en la Plaza de la Iglesia, continuando por C/ Trinidad, C/ Salinas, C/ Arte, C/ Portada, C/ Chorrón, C/ Ancha y Plaza del Santo Cristo hasta llegar a C/ San Francisco, donde ha tenido lugar uno de los momentos más emocionantes de la tarde, una imponente petalada que cubría de flores a la Amargura.
El cortejo siguió por C/ Leganitos y Plaza de Leganitos, para enfilar Calle Alcantarilla,
C/ San Francisco, C/ Salvador Rueda, C/ Postigo, C/ Portada, C/ Arte, C/ Salinas, C/ Trinidad, Plaza de la Iglesia y encierro en la Parroquia Nuestra Señora de la Encarnación.
Se ponía fin así a la salida de la Amargura, que ya aguarda el paso de otros 365 días para reencontrarse con sus devotos en las calles de la ciudad.