El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha celebrado recientemente su cumpleaños en la ciudad con champán y gogós
El Gobierno de la nación continúa con sus asignaturas pendientes con Marbella, la ciudad sigue reclamando a políticos y responsables que actúen de una vez ante las dificultades que son de su competencia, pero de respuesta siempre se obtiene una negativa.
En los últimos años, los temporales de oleaje han causado en la ciudad importantes destrozos en chiringuitos y negocios locales próximos a la playa, así como en numeroso mobiliario municipal. Ante la situación, el equipo de Gobierno de la localidad ha instado al Gobierno de Pedro Sánchez ha ejecución de espigones con el fin de estabilizar la costa. Un reclamo que no solo ha sido rechazado, sino que además ha supuesto el inicio de un expediente de demolición del Paseo Marítimo.
Sin embargo, estas infraestructuras no son las únicas inversiones pendientes del Ejecutivo central con Marbella, el tren litoral y la mejora de la A7 constituyen verdaderos reclamos históricos que nunca llegan.
Pedro Sánchez y su equipo no solo rehúsa llevar a cabo las mejoras que necesita Marbella, sino que además huye de visitar la ciudad. En numerosas ocasiones la alcaldesa de la ciudad, Ángeles Muñoz, así como todo su equipo han invitado a presidente y ministros a la localidad, evento que nunca se ha producido incluso cuando los políticos han pasado por Málaga o alguna localidad cercana.
Una actitud bien distinta cuando se trata de disfrutar de una fiesta, y es que recientemente hemos podido ser testigos de que el ministro de Cultura y Deporte, Miguel Iceta, ha escogido la ciudad para celebrar su cumpleaños. Starlite ha sido el enclave elegido por el de izquierdas para festejar su día por todo lo alto con champán y gogós.