La actuación, que comenzó en primavera y se mantuvo hasta julio, se retoma ahora con pequeñas reintroducciones en las zonas en las que se ha considerado necesario con técnicas biológicas respetuosas con la salud de las personas y el medio ambiente
El Ayuntamiento de Marbella, dentro del marco del plan de gestión integrada de zonas verdes, se encuentra implementando las medidas de control biológico acordes con las actuales temperaturas y condiciones meteorológicas de la ciudad, con el objetivo de evitar plagas como pulgones, cochinillas, psilas y galeruca. Según ha informado el concejal de Parques y Jardines, Diego López, las acciones que se están llevando a cabo “consisten en la suelta de diferentes tipos de estos pequeños animales beneficiosos, que combaten a los que no lo son”. “El clima templado del municipio favorece que durante prácticamente todo el año se vayan dando diferentes generaciones de estos insectos perjudiciales, sin que se llegue a producir una parada invernal de plagas como puede suceder en otras zonas”, ha señalado el edil.
En este sentido, ha indicado que los trabajos “comenzaron en primavera y se mantuvieron hasta el mes de julio, retomándose ahora con pequeñas reintroducciones en aquellos puntos en los que se ha considerado necesario para continuar sin incidencias hasta que lleguen los meses más fríos”. López ha especificado que con estos tratamientos las plagas son parasitadas o depredadas por estos insectos ‘buenos’, liberados de forma directa sobre especies como jacarandas, tipuanas, melias, olmos, ficus o cycas. “Debido a su capacidad de dispersión, estos son capaces de moverse hacia arbustos y flores cercanas si detectan en ellos a alguna de sus presas”, ha apuntado. De igual modo, ha subrayado que todas estas técnicas biológicas que se emplean en la ciudad de forma mayoritaria y prioritaria “son respetuosas con la salud de las personas y el medio ambiente y redundan en un mejor bienestar ambiental, además de implicar un mayor confort humano, físico, psíquico y social”. A este respecto, ha resaltado la importancia de una correcta política de conservación y mantenimiento en todas las infraestructuras verdes urbanas.
El concejal ha señalado que “de forma complementaria, durante la temporada estival se han mantenido las inspecciones con una vigilancia intensiva para verificar la correcta instalación de estos insectos y comprobar, a su vez, la evolución de las plagas y así poder actuar de forma eficaz ante cualquier desviación”. Finalmente, ha recalcado que el control llevado a cabo “requiere de un gran conocimiento de la biología huésped-antagonista y entrenamiento, además de un estudio dentro de esta materia del complejo plaga-huésped-antagonista-condiciones edafoclimáticas y ambientales, para determinar con precisión con qué, cuándo y cómo actuar, por lo que es esencial contar con un equipo técnico profesional y con dilatada experiencia en el manejo de este tipo de insectos útiles para conseguir buenos resultados”.