La princesa Ira de Furstenberg , actriz, princesa, diseñadora de joyas germano – italiana falleció el lunes a los 83 años en su residencia de Roma, tras sufrir un accidente doméstico
Virginia «Ira» von Fürstenberg, nacida Virginia Carolina Theresa Pancrazia Galdina zu Fürstenberg fue icono de la jet set de Marbella en los años setenta, una época imborrable en la historia del Marbella Club, marcada por la conjunción de la aristocracia y la burguesía adinerada
Su padre fue Tassilo von Fürstenberg, un noble de una ilustre dinastía alemana, y su madre, Clara Agnelli, la heredera del emporio italiano de Fiat. En su primera juventud, estuvo presente en el nacimiento del fenómeno turístico de la Costa del Sol, pero vivió su eclosión desde la lejanía. La alejó de Marbella el sonado divorcio de su primer marido, Alfonso de Hohenlohe, en 1960, a raíz del romance adúltero de Ira con el empresario ítalo-brasileño Francisco Baby Pignatari, el gran playboy del momento.
Alfonso se dedicó entonces en cuerpo y alma a transformar su sueño marbellí en una realidad mientras Ira comenzaba una nueva vida. Su fallecimiento ha impactado a la familia y a los más íntimos, que esperaban reencontrarse con ella en la finca de Ronda o en cualquier otra parte del mundo. Una de las situaciones más dramáticas que vivió y de la que apenas se recuperó fue la muerte de su hijo Kiko en Tailandia.
La aristócrata pasaba largas temporadas en la capital; en Ronda para desconectar y en su querida Marbella, con la que se reencontró en la época de los setenta, dónde era sencillo encontrarse con aristócratas y monarcas, un efecto que se multiplicó cuando, Juan de Borbón, conde de Barcelona y padre de Juan Carlos comenzó a visitar la ciudad por largas temporadas. El municipio siempre recordará a Ira von Fürstenberg como su auténtica princesa de la Costa del Sol.