La inversión en nuevas cabinas de peaje no soluciona los atascos diarios en la AP-7 y evidencia el castigo sistemático del Gobierno de Pedro Sánchez a la Costa del Sol
Marbella vuelve a sufrir este verano las consecuencias de un modelo injusto y discriminatorio impuesto desde el Gobierno de España. A diario, se repiten las colas kilométricas en el peaje de la AP-7 a su paso por Marbella, generando un embudo de tráfico que afecta tanto a residentes como a turistas, con un impacto directo en la economía local, la calidad de vida y la imagen turística de la ciudad.
Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez presume de haber eliminado peajes en otras zonas de España, Marbella sigue pagando por circular, con una autopista de pago que actúa como una muralla de asfalto que encierra y asfixia a la ciudad. Municipios como Tarragona, Girona, Valencia o Castellón ya disfrutan de autopistas completamente gratuitas tras la liberalización de tramos como la AP-7 y la AP-2, una decisión del Ejecutivo socialista que, sin embargo, excluyó de forma deliberada a la Costa del Sol.
El resultado: atascos diarios en la N-340 y colapsos en los accesos a Marbella y San Pedro, mientras el peaje de la AP-7, lejos de desaparecer, sigue cobrando a miles de conductores sin ofrecer alternativas reales.
Desde el Ayuntamiento de Marbella se denuncia que ni la inversión realizada recientemente en nuevas cabinas automáticas, ni la instalación de sistemas de telepeaje, han servido para aliviar la saturación. Al contrario, la falta de previsión y la escasa capacidad de respuesta del Ministerio de Transportes han agravado el problema, generando esperas de hasta 30 minutos en horas punta, tanto en sentido Málaga como Algeciras.
Marbella paga… pero no recibe
El agravio comparativo con otras regiones es escandaloso. Mientras en Cataluña se eliminaron los peajes de más de 400 kilómetros de autopistas en 2021, o en la Comunidad Valenciana se suprimieron los pagos en tramos clave de la AP-7 entre Alicante y Tarragona, en la provincia de Málaga se mantiene intacto uno de los peajes más caros de España por kilómetro recorrido.
Este modelo no solo es insostenible, sino profundamente injusto. Marbella, uno de los principales motores turísticos y económicos de Andalucía, es castigada con una autopista de pago que limita su crecimiento, ahuyenta la inversión y afecta directamente al día a día de miles de trabajadores que no pueden permitirse pagar el peaje a diario.
Desde el equipo de gobierno municipal se vuelve a exigir al Ejecutivo de Pedro Sánchez la liberalización inmediata de la AP-7 a su paso por Marbella y su área de influencia, así como la puesta en marcha de soluciones de movilidad reales que descongestionen el tráfico en la N-340.
El silencio del PSOE local
Mientras tanto, el PSOE de Marbella guarda silencio ante este agravio, negándose a exigir a su propio partido una solución a este problema histórico. Isabel Pérez, ni como portavoz socialista, ni como diputada nacional por Málaga ni como concejala del PSOE marbellí ha reclamado públicamente la eliminación del peaje, demostrando una vez más su sumisión a los intereses de Ferraz frente a las necesidades reales de los vecinos de Marbella.
Una petición de justicia para la Costa del Sol
Marbella no pide privilegios, pide justicia. La eliminación del peaje no solo es una cuestión de movilidad: es una cuestión de igualdad territorial y de respeto a una ciudad que aporta riqueza, empleo y desarrollo a toda la comunidad andaluza y al conjunto del país.
Desde el Ayuntamiento se seguirán impulsando todas las acciones institucionales necesarias para que Marbella deje de ser una isla cercada por el abandono del Gobierno central y para que los vecinos de la ciudad dejen de pagar, una vez más, la factura de la inacción socialista.
