No pudo ser y no se consiguió la victoria, en el último partido de la temporada, del primer equipo del Trocadero Marbella, en su visita al Helvetia de Sevilla. Sin nada que jugarse ambos conjuntos (los marbellíes, con los deberes hechos desde hace varias jornadas), el partido fue un constante toma y daca, en un encuentro muy igualado y jugado de poder a poder; que finalmente se llevaron los locales, por poner un punto más de ambición. Pero, también por tener en el tramo final del encuentro, una sustancial ventaja numérica (por la expulsión temporal de dos jugadores marbellíes), que les abrió el camino para despedirse de la categoría, con una victoria. El Trocadero Marbella ha sorprendido a propios y extraños, en su debut en la categoría de plata del rugby nacional y ha concluido esta magnífica temporada, en sexta posición, con 54 puntos (5 Bonus Ofensivos y 4 Bonus Defensivos), once partidos ganados y otros tantos perdidos (tan solo dos menos, que tercero y cuarto respectivamente). Ha jugado de tu a tu, a los principales candidatos a los puestos de honor. Basando su éxito, en su fortaleza en los partidos en casa, haciendo del “Bahia´s Park” de Marbella, un fortín casi inexpugnable. En la primera vuelta, solo se perdió en la primera y en la tercera jornada, en plena crisis de adaptación a la categoría y de conjunción de la plantilla, al esquema de juego, del arquitecto de este equipo: Burger Heldenguys. Ya en la segunda vuelta, solo han caído en casa, frente al campeón de este grupo C, el Liceo Frances. En un partido de infarto y que solo se decanto la victoria visitante, en la última jugada y que celebraron como si de un titulo, hubieran alcanzado.
Luego, todo fueron victorias, en una perfecta comunión del equipo con su afición. Qué partido tras partido, con una media de 400/500 espectadores, han abarrotado las gradas de las instalaciones del club costasoleño. Llegando a su máximo zenit, en el derbi contra el Unión Rugby de Almería, cuando más de 1500 aficionados se volcaron con el club, por la problemática del IBI de unas instalaciones, construidas y mantenidas por el propio club. Un caso único en todo el rugby nacional. Otro pilar del éxito del equipo, en esta temporada, ha sido la confianza de los patrocinadores se ha marcado el club. Esto no ha hecho más que empezar.
Antes de lo que el propio club esperaba, cuando la pasada temporada, se conseguía el titulo de campeón de 1ª División Andaluza e “in extremis”, el histórico ascenso a División de Honor B. Con muy poco margen de tiempo, para planificar una temporada, en una categoría tan exigente, la estructura del equipo se basó en el de la anterior temporada, con la figura de de Nacho Molina, como referente del proyecto.
La próxima temporada comienza en septiembre y ahora sí, el club va a tener suficiente tiempo, para planificar adecuadamente, una temporada en la que se marca como objetivo, estar entre los tres primeros del grupo centro sur e intentar jugar los play offs, de ascenso a la División de Honor del rugby español. Ya se han sumado los primeros nombres y poco a poco, se irán conociendo. Pero, la temporada de rugby no ha acabado aún, para el Trocadero Marbella. Aún falta por finalizar sus campeonatos andaluces y su presencia en los nacionales, de los distintos equipos de la cantera del club, que cuenta con catorce equipos y casi trescientos chicos y chicas, de entre los cinco y los diecisiete años.
También, tenemos a la vuelta de la esquina, una nueva edición del Marbella Canterbury Rugby Camp, que contará con la presencia de Marcos Ayerza, jugador argentino que milita en el Leicester Tigers de la Premiership inglesa y fue 69 veces internacional con los “Pumas”, consiguiendo bronce en el mundial 2007.