La paciencia de conductores y vecinos de Marbella se agota. La carretera nacional entre Puerto Banús y San Pedro Alcántara vuelve a registrar cada día interminables atascos en ambas direcciones, en una situación que se ha convertido en un auténtico suplicio para trabajadores, residentes y turistas que se ven obligados a perder horas atrapados en el tráfico.
La ausencia de soluciones reales por parte del Gobierno central, que sigue negándose a liberar la autopista de peaje, está provocando que la movilidad en uno de los tramos más transitados de la Costa del Sol sea un auténtico caos.
“Cada mañana y cada tarde es lo mismo: colas, nervios y pérdida de tiempo. Lo más grave es que se trata de un problema conocido desde hace años y el Ejecutivo de Pedro Sánchez mira hacia otro lado”, han señalado desde el Ayuntamiento de Marbella, que insiste en que la liberación de la autopista sería la medida más inmediata y eficaz para aliviar la congestión.
Los sectores hoteleros y empresariales también han mostrado su preocupación por el impacto negativo que estos atascos generan en la imagen turística de Marbella. “Nuestros clientes llegan con la sensación de que desplazarse unos pocos kilómetros es una odisea. Esto resta competitividad a nuestro destino frente a otros enclaves turísticos de Andalucía”, apuntan desde asociaciones hoteleras de la ciudad.
La situación, lejos de mejorar, se agrava en plena temporada alta, con miles de visitantes desplazándose a diario. En contraste, otras zonas de España han visto cómo se liberaban tramos de autopistas de pago para favorecer la movilidad y aliviar la carga de las carreteras nacionales, mientras que Marbella y la Costa del Sol continúan castigadas con un peaje injusto que el Gobierno mantiene a toda costa.
Desde el Consistorio marbellí se recuerda que el tercer carril hacia la carretera de Ronda y la gratuidad de la autopista no son un capricho, sino necesidades urgentes que mejorarían de inmediato la calidad de vida de los ciudadanos y la competitividad de la Costa del Sol.
“Estamos ante una falta de voluntad política que castiga de nuevo a Marbella”, subrayan voces municipales. “Cada día que pasa sin que el Gobierno central actúe, los conductores pagan las consecuencias con más tiempo perdido, más contaminación y más frustración”.