El Partido Socialista atraviesa una grave crisis interna tras los últimos escándalos de corrupción que cercan al entorno de Pedro Sánchez. La dimisión forzada del exnúmero tres del partido, Santos Cerdán, tras ser señalado por la UCO en un caso de comisiones ilegales, ha desatado una rebelión en las bases socialistas que piden elecciones generales y un relevo urgente en la dirección del partido.
Sin embargo, frente a esa ola de indignación y demandas de regeneración, la diputada nacional por Málaga y portavoz socialista en el Ayuntamiento de Marbella, Isabel Pérez, permanece en silencio. No ha emitido ninguna declaración ni a nivel institucional ni como representante de los marbellíes. Un silencio que muchos ya interpretan como un respaldo directo a Pedro Sánchez y a la continuidad de un gobierno gravemente dañado en su credibilidad.
Militantes del PSOE piden elecciones y dimisiones
Agrupaciones locales socialistas de distintas provincias, también en Andalucía, han exigido de forma clara que se convoquen elecciones anticipadas y se depuren responsabilidades políticas. Varios cargos de base han reclamado incluso un Congreso Federal extraordinario que abra paso a una nueva dirección.
“Las bases están hartas. No se puede mirar hacia otro lado cuando la corrupción alcanza los niveles que estamos viendo. Es momento de posicionarse”, señala un veterano militante de la agrupación del PSOE en San Pedro Alcántara.
Isabel Pérez: ¿lealtad a Sánchez o a Marbella?
En Marbella, crecen las voces que exigen a Isabel Pérez una respuesta pública. Como diputada en el Congreso elegida por la provincia de Málaga, y como cara visible del PSOE en el municipio, se encuentra ante una encrucijada política y moral: seguir defendiendo la disciplina de voto marcada por Ferraz o ponerse del lado de los vecinos que la votaron y que exigen claridad, ética y responsabilidad.
“¿Va a seguir alineada con Sánchez, que lidera un gobierno manchado por la corrupción, o va a empezar a escuchar a los marbellíes que están indignados?”, se preguntan fuentes vecinales consultadas.
Complicidad por omisión
El silencio de Isabel Pérez no es neutro, advierten varios analistas políticos. En un contexto de crisis ética y desafección ciudadana, no pronunciarse equivale a avalar el modelo político que ha llevado al PSOE a su peor momento en años.
Desde sectores críticos del PSOE malagueño se lanza una advertencia: “Hay quienes quieren esperar a que escampe, pero esto no se va a olvidar fácilmente. Si no se alza la voz ahora, serán responsables también mañana”.
El coste político del silencio
Pedro Sánchez intenta resistir al desgaste aferrándose al poder y confiando en la obediencia de sus diputados. Pero mientras las encuestas ya reflejan una caída libre del PSOE, la falta de autocrítica en figuras como Isabel Pérez no hace sino aumentar el descontento ciudadano, también en municipios como Marbella, donde la gestión socialista ya está muy cuestionada.