La actuación del Gobierno de Pedro Sánchez en la recuperación de las playas de Marbella sigue generando controversia. A pesar de los problemas que han afectado históricamente al litoral, el Ejecutivo ha defendido sus acciones con el argumento de un “criterio profesional y técnico”, rechazando cualquier cuestionamiento a su gestión.
Sin embargo, la plataforma ciudadana en defensa de los espigones, que ha alzado la voz contra estas actuaciones, denuncia la falta de soluciones reales y efectivas. La Subdelegación del Gobierno ha respondido con un ataque directo a este colectivo, desacreditando sus críticas sin entrar a valorar el fondo del problema.
Mientras el Ejecutivo presume de estar ejecutando el “mayor contrato de mantenimiento de playas de la provincia”, por un importe de 2,1 millones de euros, la realidad es que los problemas en el litoral marbellí persisten, sin que se haya ofrecido una solución definitiva. La inversión de 16 millones de euros en proyectos de estabilización sigue sin materializarse, y el Gobierno de Sánchez se limita a culpar a la anterior administración del Partido Popular en lugar de asumir su responsabilidad actual.
Además, desde el Ejecutivo central se señala a la plataforma crítica con estos trabajos, acusándola de no haber cuestionado en su momento a la Junta de Andalucía o al Ayuntamiento por otras decisiones polémicas sobre las playas. Una estrategia que parece más centrada en desviar la atención que en atender las reivindicaciones de los vecinos de Marbella.
Lejos de ofrecer respuestas concretas, el Gobierno sigue enrocado en su postura, desoyendo las voces de quienes exigen soluciones reales para la degradación del litoral marbellí.