Los arrestados, miembros de una misma familia, distribuían hachís y cocaína desde la vivienda donde residían
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en el núcleo poblacional de San Pedro Alcántara, en Marbella, un punto de venta de estupefacientes, a pequeña escala, donde han resultado detenidas tres personas, dos hombres y una mujer, de entre 32 y 47 años, por su presunta implicación en un delito de tráfico de drogas. Los investigados, miembros de una misma familia, distribuían hachís y cocaína desde su propio domicilio. Cada uno de ellos tenía asignada una función: servicios de seguridad, captación declientes, compra de sustancias, y distribución y venta a terceros.
En el registro practicado en la vivienda de los sospechosos, fueron intervenidos 450 gramos de hachís, 70 gramos de cocaína, cuatro papelinas de un gramo, útiles para la preparación de las dosis, una pistola simulada, seis teléfonos y diversa documentación.
Esta investigación se inició a raíz de ciertas informaciones que apuntaban a la localización, en una calle de San Pedro Alcántara (Marbella), de una vivienda cuyos moradores se estaría dedicando a la distribución activa de sustancias estupefacientes, principalmente hachís y cocaína, convirtiendo la zona en un punto negro de distribución de estupefacientes y generando una gran alarma social entre los vecinos.
Las averiguaciones, realizadas por investigadores adscritos a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta -UDEV- de la Comisaria de Marbella, permitieron confirmar la actividad ilícita que se estaría llevando a cabo en el inmueble y, a continuación, identificar a sus moradores, dos hombres y una mujer, que serían los responsables de los hechos.
Continuando con las indagaciones, los agentes constataron cómo los sospechosos, miembros de un mismo clan familiar, eran los encargados de gestionar, preparar y distribuir las dosis. Además, tenían asignadas diferentes tareas, con un reparto de funciones específicas, todo ello por el bien del negocio. Estos roles iban desde un servicio de seguridad a la captación de clientes, pasando por labores de adquisición, preparación y venta de las sustancias estupefacientes.
La operación contra el tráfico de drogas finalizó con tres arrestos y un registro en el domicilio de los investigados, lugar desde donde se vendía y distribuía la droga, interviniéndose 450 gramos de hachís, 70 gramos de cocaína, cuatro papelinas de un gramo, útiles para la preparación de las dosis, una pistola simulada, seis teléfonos y diversa documentación.
De los hechos conoce el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella.