Ayer mismo conocíamos que la Delegación de Sostenibilidad, en las labores de inspección que realiza periódicamente el Ayuntamiento en las playas, había requerido al chiringuito ‘Playa Padre’, que está montando la actriz Eva Longoria junto a su socia y amiga en la Global Gift Gala, María Bravo -según publicaba a finales del mes pasado ‘La Otra Crónica del Mundo’- la retirada de las palmeras que se habían instalado en las inmediaciones de este establecimiento de playa. “Se les ha conminado a retirar las palmeras, hoy mismo -por ayer- se va a llevar a cabo una nueva inspección porque tenemos que velar porque se cumpla el Plan de Playas y no salirnos de esos parámetros”, explicaba el concejal del ramo, Miguel Díaz. En cuando a otras actuaciones que se ejecutan en el entorno del chiringuito como el cercado del mismo, así como si el mismo cuenta con las licencias perceptivas para las actuaciones en el establecimiento playero, a preguntas de los periodistas, el alcalde, José Bernal, apuntó que “nuestro gobierno es meticuloso con la ley, la normativa y cualquier otro reglamento que se lleve a efecto”, añadiendo que exigirán que se cumpla la ley “por el bien e interés general de todos los ciudadanos”.
En este sentido, afirmó que si tuvieran conocimiento de que la normativa pudiera no cumplirse “entonces funciona la inspección para que esas cosas se corrijan”, precisando que los resortes de las inspecciones que se realizan “caen, independientemente de quien sea, sobre aquello que esté fuera de la normativa, se le plantea que se le corrija y punto, es lo que hemos estado llevando a cabo en los dos años y así va a seguir siendo mientras estemos gobernando, subrayado.
Por el momento, Sostenibilidad ya ha puesto en conocimiento de la Junta de Andalucía el requerimiento realizado para la retirada de las palmeras, puesto que es la Administración Regional, la competente para dar la resolución.
Según adelantó el periódico ‘El Mundo’ este chiringuito cuenta con una inversión de un millón de euros, en el que la actriz y su socia ofrecen un club destinado a bolsillos pudientes con camas balinesas, música en directo, cocina de mercado y show de botellas de champán francés con bengalas para los big spenders, como se conoce en el mercado del ocio nocturno a los mejores clientes. No habrá piscina porque se lo prohíbe la Ley de Costas, pero sí un mar con bancos de arena.