El Gobierno de España ha publicado hoy la esperada Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de regeneración de playas entre Venus y El Ancón, en Marbella, pero lo ha hecho dejando fuera precisamente algunos de los tramos más necesitados de intervención, en un documento técnico que llega con más de tres años de retraso y que genera más preguntas que soluciones para la ciudad.
A pesar de la alarmante regresión que sufre la playa de Venus desde hace años -un enclave estratégico en pleno corazón del centro urbano de Marbella—, el Ministerio para la Transición Ecológica ha decidido excluir su regeneración efectiva del proyecto, escudándose en la presencia de una especie protegida (Patella ferruginea) sin aportar alternativas reales. Peor aún: el informe no contempla ni siquiera actuación alguna sobre el paseo marítimo o la polémica tubería de saneamiento que discurre bajo la arena, a pesar de haber sido incluida inicialmente en el estudio ambiental. Una omisión que el propio Ayuntamiento de Marbella ha calificado de “incomprensible”.
Además, la DIA reconoce que las zonas de extracción de arena propuestas (ríos Genal y Totalán) ni siquiera están garantizadas, lo que podría obligar a reabrir el proceso de evaluación ambiental si finalmente no son viables. Una inseguridad jurídica y técnica que evidencia una vez más la falta de planificación real por parte del Ejecutivo central.
Desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Marbella se ha lamentado que esta resolución llega tras años de peticiones reiteradas ignoradas por el Ministerio, mientras que municipios cercanos sí han recibido inversiones y actuaciones urgentes. “El litoral de Marbella se está degradando año tras año y el Gobierno responde con un informe que excluye zonas clave, introduce más burocracia y no aporta ninguna certeza ni fechas concretas”, señalan fuentes municipales.
Asociaciones vecinales, empresarios del sector turístico y hotelero, como el Marbella Club Hotel o el Centro Comercial Marbell Center, han expresado también su indignación por la falta de actuaciones en los tramos más castigados por la erosión, recordando que la playa de Venus es una de las más afectadas y con mayor impacto económico y social en la ciudad.
Para colmo, el informe impone decenas de condiciones, restricciones y estudios adicionales que podrían alargar aún más las obras y encarecer el proyecto sin garantizar resultados efectivos, mientras se obliga al Ayuntamiento a asumir vigilancia ambiental a cinco años vista.
Este nuevo episodio se suma a una larga lista de abandono sistemático del Gobierno de Pedro Sánchez a Marbella, donde las inversiones prometidas no llegan, los proyectos se eternizan y las playas siguen perdiendo metros sin que se ofrezca una solución estructural. Todo ello, en una ciudad que lidera la recuperación turística de la Costa del Sol y que merece una atención y financiación a la altura de su importancia estratégica.
