La mirada en el Nous Estadi y las ideas claras. El técnico vasco «David Movilla» ya ha dirigido las dos primeras sesiones de trabajo en Cártama con la idea de armar la reacción en el equipo tras la entrada en puestos de descenso. Le acompaña un segundo entrenador y se trata de un entrenador con sello propio. Deberá tomar decisiones en torno a una plantilla que no se ha confeccionada en base a su estilo.
David Movilla ha llegado a Marbella con energía, un criterio claro y ganas de levantar el rendimiento de la plantilla blanquilla. En la primera comparecencia ante el gabinete de comunicación del club, el técnico vasco ha comentado que «me atraen los retos ambiciosos y las situaciones de riesgo, esta situación me motiva, la adversidad suele sacar lo mejor de mí».
También ha comentado que se ha encontrado con un vestuario sano con un nivel de humanidad elevado.
«Me gusta ganar, los sistemas son dinámicos. Vamos a tratar de alinear la estructura idónea para potenciar el talento individual».
Viene acompañando de un segundo entrenador «Rafa», figura que le ayudará en tareas de balón parado entre otras.
La afición vive con máxima expectación el cambio en el banquillo y lo que pueda suponer en el rendimiento de la plantilla.
Ha sido una importante de transición con dos noticias de calado en la estructura del club que hemos avanzado en este digital. La salida del director deportivo «Sánchez Japón» era esperada desde la ruptura en la relación desde hace meses con Esteban Granero. El Marbella no acertó en la elección del principal responsable en la confección de la plantilla dado que no era perfil para las características de la entidad. Una elección errónea de Óscar Ribot que pronto desencadenó el deterioro en la relación con el sevillano que propuso su dimisión a finales del mes de junio, desde entonces la relación con la propiedad ha ido a menos hasta la desvinculación de esta semana. Por ahora, la parcela deportiva estará comandada por el mismo equipo de trabajo de la pasada campaña con Esteban Granero y José Trujillo, a la espera de decidir si viene o no un nuevo director deportivo, situación que queda condicionada al número de refuerzos que necesite la plantilla en enero.







