El nombre de Marbella se ha convertido en un reclamo para las fiestas privadas ilegales que se están promoviendo desde que se decretase la limitación del ocio nocturno. Así, son muchos los que recurren al uso del nombre de la ciudad como atractivo para los asistentes pese a que “la mayoría han sido fuera del municipio”, explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, José Eduardo Díaz, que lamentó que “se ha abusado de la marca de la ciudad” y reconoció que como consecuencia de estas acciones “nuestra marca como ciudad ha sufrido un verano de embestidas”.
Las redes sociales han sido el medio elegido para la difusión de carteles de eventos de carácter privado que se celebran en chalets y villas, unas fiestas que pueden estar sancionadas con entre 60.000 y 600.000 euros de multa, e incluso, los medios nacionales, suelen hablar de Marbella cuando estas tienen lugar en municipios vecinos, como recientemente ha sucedido con uno de estos eventos celebrados en Benahavís y que se ha endosado a la ciudad. No obstante, para no facilitar la labor a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad los carteles de estas fiestas no suelen indicar la ubicación exacta que, finalmente, en muchas ocasiones resultan ser en otros municipios vecinos.
Unas fiestas perseguidas por los agentes de seguridad, “cuando hemos tenido conocimiento se ha actuado con mucha contundencia y si ha sido fuera se ha puesto en conocimiento de las autoridades oportunas”, explicó Díaz. Un proceder refrendado por el Jefe de la Policía Local de Marbella, Javier Martín, que explicó que “el procedimiento es el habitual una vez que se detecta que puede haber algún evento de este tipo, lo que se procura es evitar, si tenemos conocimiento de que va a ocurrir, si es fuera del término damos conocimiento, y si es dentro vamos antes de que se celebre y evitamos que las personas se concentren”.
Marbella, ha soportado así, no solo la sacudida de aquellos que han visto en el ocio ilegal la posibilidad de hacer negocio, sino también, y por el atractivo de su marca, de aquellos otros eventos celebrados en pueblos cercanos pero que malintencionadamente usan el nombre de la ciudad.