La Junta General de Acosol ha elegido hoy por unanimidad a Carlos Cañavate de León, a propuesta del PSOE, como nuevo consejero delegado de la empresa pública de aguas dependiente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental.
Cañavate es un nombre que no es nuevo en la vida política de Marbella ya que durante la gestión del socialista José Bernal como alcalde este fue asesor jurídico. Un nombramiento que levantó ampollas dentro de las filas populares después de que este se negase a declarar en la Comisión de Investigación del Parlamento Andaluz sobre “el fraude de los ERES y de los fondos para el empleo de la Junta de Andalucía”, según denunció en 2.016 el portavoz municipal del PP, Félix Romero, a pesar de que el propio Cañavate había apuntado en declaraciones ante la Guardia Civil que había 950 millones de euros en subvenciones sin justificar, una noticia de la que se hizo eco la prensa nacional.
Los populares denunciaron que la negativa de Cañavate a declarar ante este órgano de fiscalización vinculado al poder Legislativo andaluz había esclarecido el verdadero motivo por el cual Bernal decidió incluirlo entre sus cargos de confianza, que, defendieron, no era otro que “comprar su silencio”, “un silencio que ha pagado religiosamente en esta Comisión” añadió.
Romero señaló que “nos pareció curioso que, además de haber tenido contratos de ACOSOL de la época del señor Bernal, fuese nombrado asesor del Ayuntamiento de Marbella”, y es que, en base a lo apuntado por el parlamentario, los méritos de Cañavate no iban más allá de haber crecido al abrigo del socialismo andaluz.
“Es un miembro del PSOE, no un funcionario de la Junta, que fue secretario general de una agrupación socialista en Málaga; coordinador general, por designación política del PSOE, de la empresa pública EGMASA y que fue también director general de Formación para el Empleo de la Junta como consecuencia de otro nombramiento político de la Administración Autonómica”, informó Romero respecto a la trayectoria del que fuese asesor del alcalde de Marbella.
Para el PP ese nombramiento asentó al ex alcalde socialista de nuestra ciudad en su función “de fontanero, de pocero experto en pozos ciegos y aguas negras, colocando a estos cargos de confianza y que, en definitiva, quieren comprar su silencio para que no tire de la manta”.
Sobre ese silencio, Cañavate apuntó que no era el órgano en el que debía ofrecer las explicaciones porque ya ha visto desfilar por el mismo a los interventores de la Junta de Andalucía «y han fracasado» en su intento de compatibilizar «sus obligaciones en la comisión de investigación y la colaboración con la justicia”, según recogió eldiario.es. El citado medio recogió también que el ex asesor del alcalde socialista añadió que dado que los diputados habían mencionado los «famosos 950 millones de euros», se había visto obligado a matizar sus declaraciones para la UCO. Cañavate especificó que fue lo que vio en un momento determinado en el sistema de contabilidad pero que no es una cifra «estática», sino que varía con el trabajo de los técnicos. «Esa cifra de libramientos pendientes de justificar tiene poco que ver con las conclusiones de alguno de los grupos parlamentarios», ha aseverado, para reconocer luego que es posible que los beneficiarios hubieran presentado la documentación pero que no hubiera dado tiempo de hacer todas las comprobaciones por parte de los técnicos, una tesis que han mantenido otros comparecientes, recogió eldiario.es.