La polémica en torno a la caseta del Partido Socialista en la Feria de San Pedro Alcántara continúa creciendo. El PSOE decidió tapar su propio logotipo en la fachada de su caseta “Barra 13”, una decisión que no ha pasado desapercibida entre los vecinos y asistentes al recinto ferial.
Sin embargo, pese a que los hechos han sido confirmados por fuentes presenciales y personas próximas a los responsables de la caseta, el concejal socialista Antonio Párraga Rodríguez ha salido en redes sociales para negar lo ocurrido, calificando la información de “absolutamente falsa” y arremetiendo contra este medio.
Párraga, muy cercano al exalcalde Pepe Bernal y a la diputada nacional Isabel Pérez, escribió que “solo tienen que pasarse ahora mismo por el recinto ferial para comprobarlo”, acusando además al medio de “panfleto” y de “tapar los chanchullos del equipo de gobierno”.
No obstante, las pruebas gráficas y los testimonios recogidos apuntan en dirección contraria. Este diario ha tenido conocimiento, de primera mano, de que una pieza de loneta blanca fue colocada sobre las siglas del PSOE para que no se vieran las letras del partido, dejando únicamente visible el nombre “San Pedro ‘Barra 13’”.
Fuentes del recinto ferial confirman que la decisión fue deliberada y tomada por los propios responsables de la caseta ante el evidente malestar de algunos visitantes, que mostraban rechazo al símbolo del partido. “Querían evitar que la gente se diera la vuelta al ver las siglas”, reconocen testigos de los hechos.
La polémica llega en un momento muy delicado para el Partido Socialista, rodeado por escándalos de corrupción y un desgaste político creciente a nivel nacional. En Marbella, la situación se agrava por la inacción de Isabel Pérez, más volcada en su papel de diputada en Madrid que en dar respuesta a los problemas locales: la liberalización de la autopista de la Costa del Sol, el refuerzo de Policía Nacional ante el aumento de la delincuencia, o la creación de espigones y arrecifes que protejan las playas y el turismo.
Este nuevo episodio, negado sin éxito por el propio concejal socialista, refleja el deterioro de la imagen del PSOE en Marbella y el distanciamiento cada vez mayor entre el partido y los ciudadanos. Tapar el logo fue un gesto simbólico, pero también un retrato fiel del momento que atraviesa el socialismo en la ciudad: una formación que intenta esconder lo que ya todos saben.
