Si hace unos días el Partido Socialista polemizaba sobre el acondicionamiento del recinto ferial asegurando que se estaban vertiendo escombros cuando en realidad se estaba limpiando y adecentando la zona, ahora los socialistas piden que se creen recintos feriales permanentes. De esta forma, después de ver cómo su cuestionamiento sobre la actuación municipal en el futuro recinto quedaba en nada ahora vuelven a cargar contra la celebración de las Fiestas de San Bernabé pidiendo que se ejecute un recinto permanente.
El PSOE incluso lo llevará al Pleno Municipal del próximo 27 de mayo. Para ello los socialistas recuerdan el compromiso del ejecutivo local para su construcción aunque los socialistas van más allá y defienden estos recintos como lugar de celebraciones y fiestas, serán “una magnífica oportunidad para que tengan un lugar de ocio acorde a los tiempos actuales, al igual que para los mayores, que podrían contar con un espacio propio donde celebrar sus fiestas y desarrollar actividades de forma habitual a lo largo de todo el año, prestándole así un importante servicio a esta franja de población tan sensible de nuestra sociedad”.
Los socialistas parecen buscar la controversia en torno a uno de los eventos más esperados del año y sobre el que siempre suele girar la polémica. De esta forma, y después de ser silenciados por el equipo de Gobierno tras amenazar Bernal con el traslado del expediente a la Fiscalía de Medio Ambiente, a lo que el Consistorio respondió sin titubeos asegurando que “le daremos a quien nos los pida todos los informes y partes de la retirada de los escombros y de la entrega a las plantas de tratamiento, que es lo que deberían de habernos pedido desde el Grupo Municipal Socialista antes de difamar”, buscan de nuevo la polémica pidiendo un recinto definitivo, eso sí, sin realizar ninguna propuesta sobre dónde debería instalarse, ya que este aspecto es otro de los que suele crear polémicas por no ser partidarios los vecinos de tenerlos cerca de su vivienda y evitando así crearse ellos algún tipo de animadversión por parte de la ciudadanía.
