Tenía todo propicio el Trocadero Marbella, para haberse llevado la victoria en su visita al “Cantizal” de Las Rozas, tras una primera parte brillante de los pupilos de Burger Heldenguys. Pero en la segunda mitad, los locales remontaron el partido y en último suspiro lograron una victoria por la mínima. Era el primer desplazamiento de la temporada y una total incógnita sobre el rival. Tan solo que en la anterior jornada, supo remontar el 24 a 0 que en la primera mitad les había endosado el Alcobendas Rugby “B”. Por su parte, los costasoleños habían tenido toda la semana, para tomar nota de los errores del debut frente a Arquitectura e intentar solventarlos de cara a este partido. Con algunos cambios de posición (Molina volvió a la delantera) y el retorno de algunas bajas en el anterior encuentro, como Jorge Hdez.-Gil o Roberto Cañavate. Con todos los protagonistas sobre el terreno de juego, los visitantes salieron bastante más enchufados que su rival y todo el juego se realizaba en campo contrario. Los marbellíes tuvieron sendas oportunidades de abrir el marcador, con un par de golpes de castigo a favor. Pero, en esta ocasión, Andrés Costa no estaba tan acertado como en otras. No fue hasta el minuto 8 cuando el capitán Kike González abrió el marcador con un ensayo casi bajo palos, que tuvo su correspondiente transformación (0 – 7). Pasaban los minutos y los madrileños empezaron a traspasar el meridiano del campo y a tener oportunidades de conseguir puntos con el pie. Tras dos errores, lograban en el minuto 23 y en el 27, sendas conversiones de golpes de castigo, que minimizaban el resultado a un 6 a 7. En los últimos diez minutos del primer periodo, los marbelleros conseguían abrir distancias con su rival, merced a dos ensayos de Nacho Molina, que fueron refrendados con las transformaciones de Andrés Costa y un claro 6 a 21 para los visitantes, al descanso.
Redacción
Para el inicio del segundo periodo, se movieron los banquillos de ambas escuadras, con el fin de refrescar sus delanteras, en un caluroso día en la capital. En los primeros minutos, proseguía el dominio del partido por parte de los marbellíes. Cuando llegaron dos minutos nefastos, en los que sufrieron la expulsión temporal de dos jugadores, por un placaje alto y otro, por un placaje a destiempo. Todo ello, motivo que los visitantes, además de sufrir la inferioridad numérica, perdieran la concentración y el orden, que hasta ese momento habían sabido mantener.
Los locales, con más corazón que cabeza, arreciaron en su empeño de repetir la gesta de la remontada del partido anterior y lograban empatar el partido, con dos ensayos, una transformación y un golpe de castigo, para lograr el empate a 21, en el minuto 68. Restaban diez minutos para el final y cualquiera podía llevarse el gato al agua.
Los costasoleños, muy castigados con un sinfín de golpes de castigo en contra, contestaron como solo cabía esperar ser: jugada hilvanada a la mano, para llegar a Kike González, lograr su segunda marca particular, la cuarta del equipo, que suponía el punto bonus ofensivo (por anotar cuatro o más ensayos). Tampoco se volvió a estar fino en la transformación y solo había cinco puntos de ventaja para los de Marbella (21 a 26). A tan solo un ensayo transformado para los madrileños y con apenas tres minutos (más lo que añadió el colegiado), para un final de infarto. Los locales, lejos de estar noqueados con este nuevo ensayo del Trocadero Marbella, se vieron si cabe más espoleados, para lograr ese ensayo que les diera la victoria.
Aquí, al equipo marbellí le faltó ese “punch” de experiencia, para haber matado el partido y dejar pasar los minutos. Presa de los nervios, vieron como eran excesivamente castigados con “penales”, que les privaba del balón y cualquier oportunidad de contemporizar el encuentro. De este modo, en la última jugada del encuentro, los locales tuvieron recompensa a su esfuerzo y lograron el ensayo del empate (26 a 26). Restaba la patada de transformación, que les podía dar la victoria y así fue, conversión y victoria por 28 a 26.
Una verdadera lástima, como se les escapo el partido. Pero, la lectura positiva es que se vio una sustancial mejoría en el juego y todas las aéreas tácticas. Especialmente en el primer tiempo. Luego, también hay que valorar muy positivamente, esos dos puntos bonus, que se consiguieron por anotar cuatro ensayos y ser derrotados por siete o menos puntos. Ahora, toca rehacerse y preparar un partido, contra el que probablemente sea el rival más complicado del grupo, el C.R.C. Pozuelo. Equipo descendido de División de Honor y que tiene como objetivo, el retorno a la máxima categoría del rugby español.