El Athletic Club está realizando una temporada que promete ser histórica, con bastantes opciones de luchar hasta el final por la UEFA Europa League. La última ocasión en la que llegaron lejos en esta competición continental fue hace 13 años, cuando con Marcelo Bielsa a los mandos llegaron hasta la final, eliminando por el camino a equipos como el Manchester United.
La campaña histórica
En el verano de 2011, la llegada de Marcelo Bielsa marcó un gran cambio en la filosofía de juego del Athletic. El argentino impuso un sistema ofensivo y de presión asfixiante que cautivó a la afición en San Mamés y sorprendió a las casas de apuestas. Bajo su mando, futbolistas como Fernando Llorente, Iker Muniain, Markel Susaeta y Óscar de Marcos se convirtieron en piezas clave de un bloque que no se amedrentaba ante ningún rival.
La fase de grupos de aquel torneo era compleja, pero los bilbaínos avanzaron con paso firme con su idea de juego. El varadero punto de inflexión llegó en la ronda de octavos de final, cuando los rojiblancos se midieron al Manchester United de Sir Alex Ferguson. Los vascos sorprendieron en las apuestas de la Europa League de Betfair, con una gran superioridad táctica que les llevó a sellar su clasificación a cuartos con un global de 5-3.
El camino épico siguió con triunfos frente al Schalke 04 y al Sporting de Portugal. Con cada eliminatoria, la afición rojiblanca parecía más ilusionada con la posibilidad de un título. La cita de Bucarest recibió a dos equipos que compartían historia: el rival era el Atlético de Madrid, fundado como sucursal del equipo vasco.
Un equipo lleno de talento
Bielsa es uno de los mayores culpables al establecer un estilo de juego que todos los jugadores aceptaron sin rechistar, pero esto no quiere decir que la plantilla no estuviera llena de grandes jugadores. Uno de ellos fue el delantero centro Fernando Llorente, que ya había sido internacional por España en el Mundial de 2010. El pamplonica tuvo su mejor temporada, con 29 tantos en todas las competiciones, y fue la mayor referencia ofensiva. Iker Muniain, con apenas 19 años, demostró un gran desparpajo y regate, convirtiéndose en un ídolo para la grada. Javi Martínez, también campeón del mundo con España por entonces, aportó una gran solidez en la defensa y sacando el balón desde atrás, mientras que Ander Herrera, recién llegado del Real Zaragoza, fue una de las figuras creativas que tanto necesitaba el entrenador.
En el banquillo también había jugadores de rol que resultaron importantes a lo largo de la temporada, como fue sobre todo Ibai Gómez. Entre todos, el bloque fue capaz de exprimir al máximo la filosofía de cantera y la idea de jugar con máxima intensidad desde el pitido inicial. La compenetración entre los canteranos y la apuesta incondicional de la afición convirtieron cada partido en San Mamés en un espectáculo.
La final, sin embargo, no supuso el ansiado título europeo. El Atlético de Madrid, liderado por Falcao, terminó imponiéndose por un contundente 3-0. Pese al golpe, sigue siendo la gran oportunidad europea para el Athletic… hasta ahora. #apuestas