La gran afición que en Marbella existe en torno al rugby podría quedarse sin disfrutar de este deporte en la ciudad, después de que el Patronato Provincial de Recaudación haya ordenado el embargo de las cuentas del Marbella Rugby Club al reclamarle el el abono del IBI de las instalaciones de propiedad municipal que el club ocupa desde 1992. Así lo adelantaba hoy Diario ‘Sur’, donde explicaba que este club, con gran implantación y afición en la localidad funciona desde hace 28 como escuela deportiva, una entidad sin ánimo de lucro, que congrega a 350 niños en el municipio. Así, según se explica en el artículo, el Marbella Rugby Club ocupa una parcela municipal que le fue concedida de forma gratuita por el Ayuntamiento en 1992, y a lo largo de estos años los miembros de la entidad, que fue fundada en 1989, tuvieron que hacer frente a diferentes intentos de convertir ese suelo, situado a pie de carretera frente al Hospital Comarcal, en objeto de maniobras de especulación urbanística. «Tras sobrevivir al GIL, el club consiguió que los terrenos fueran incluidos en el PGOU de 2010 como equipamiento deportivo», apunta la información.
Redacción
Debido a las condiciones en el que le fue concedido su uso -en el acuerdo de concesión aprobado en la comisión de gobierno municipal del 21 de octubre de 1992 no se se hace mención a que el club tenga que hacerse cargo del pago del IBI de un suelo que es de propiedad pública- la entidad deportiva nunca se vio obligada al pago de ese impuesto, aunque sí se hizo cargo del mantenimiento de las instalaciones, explica la información adelantada hoy por ‘Sur’.
Sin embargo, el pasado 22 de diciembre, los responsables del club fueron sorprendidos con el embargo de sus cuentas por una reclamación en vía ejecutiva por el impago de los recibos de los ejercicios comprendidos entre 2012 y 2015. Según aseguran los responsables del club en un escrito dirigido al Patronato de Recaudación, el Marbella Rugby Club no fue notificado de la situación administrativa en ningún momento del proceso, y la primera noticia que tuvieron fue cuando se encontraron con las cuentas bloqueadas.
En este sentido, la información del rotativo precisa que en abril 2015, la oficina del catastro modificó la valoración de la finca a instancias del Ayuntamiento de Marbella. Pasó de estar considerada zona verde en el PGOU de 1986 a zona deportiva en el de 2010, por lo que el suelo, que tenía un valor de 90.000 euros alzanzó otro de 4,2 millones de euros más 600.000 euros por las construcciones de gradas, cafetería y vestuario. El club, según aseguran sus responsables, no fue notificado de este proceso, ni tampoco de los recibos devengados en concepto de IBI por la nueva valorización del inmueble, que suman un total, sin intereses, de 112.000 euros. El embargo se ha trabado por 140.000 euros.
Tanto el acuerdo de alteración de la descripción catastral como los sucesivos recibos de IBI fueron remitidos a una dirección equivocada -al parecer la correspondiente al antiguo despacho profesional del presidente del club en el momento en el que se firmó la cesión del terreno y donde actualmente funciona un restaurante- y no al club, donde sí han llegado otras notificaciones del Patronato de Recaudación, como una multa por una tala aparentemente no autorizada, explica la noticia.