Mañana se se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad autoinmune en la que “el propio sistema inmunitario ataca las células y tejidos sanos por error, lo que puede dañar muchas partes del cuerpo, incluyendo articulaciones, piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y cerebro”, explica el doctor Javier Moreno , jefe del servicio de medicina interna del Hospital Quirónsalud Marbella. En el mundo se registran unos cinco millones de casos de las distintas variedades de lupus, en su gran mayoría, en féminas. El 90% de quienes sufren la patología son mujeres de entre 15 y 44 años. Actualmente, esta enfermedad no tiene cura y tiene un difícil diagnóstico, ya que la mayoría de sus síntomas, tales como dolor e inflamación articular, fatiga, manchas cutáneas y fiebre, se confunden frecuentemente con los de otras enfermedades comunes, de las que estos pacientes son tratados aunque no corresponda. “La detección precoz, su diagnóstico y tratamiento son las claves para aumentar la supervivencia y la calidad de vida, ya que, aunque es una enfermedad con baja mortalidad, puede afectar a órganos vitales, produciendo ataques cardiacos y cerebrales y, general, perjudicando la calidad de vida”, advierte el doctor Javier Izarra.
María José Infantes tenía solo nueve años cuando fue diagnosticada. Jugaba animadamente como cualquier niña de su edad, pero las cosas empezaron a torcerse. Cansancio, dolor, fiebre y heridas fueron los síntomas que sirvieron para que, seis meses después, le detectasen lupus. “De repente mi vida cambió, se paró y me quedé sin parte de infancia y adolescencia”, recuerda.
Los primeros años de la enfermedad supusieron importantes estragos en la vida de esta marbellí, provocados también en parte por la agresiva medicación. “El tratamiento con cortisona siendo tan joven y durante 13 años hicieron que engordase diez kilos o que mi desarrollo se limitase, de ahí que mi altura esté por debajo de la media”.
Si no fuera poco con esto, María José ha vivido en primera persona trabas aún mayores al intentar buscar trabajo o convivir en sociedad, debido en gran parte al desconocimiento de lo que supone padecer lupus. De ahí la importancia de la celebración del Día Mundial del Lupus, que se conmemora mañana para centrar la atención sobre las necesidades de los pacientes y concienciar a la sociedad sobre esta patología.
Hay que ayudar a la gente a ponerse en la situación del que padece, ya que “cuesta entender que en octubre tenga que ponerme guantes para protegerme de las heridas que me salen en las manos con el cambio de estación o que en verano tenga que ir con mangas largas para protegerme del sol”, advierte María José.
La actitud ante la enfermedad es fundamental, como señala María José, administrativa del Hospital Quirónsalud Marbella desde hace 10 años. Ella es un ejemplo de ello, puesto que todos esos obstáculos quedaron superados y a sus 35 años quiere dar muestra de ello para ayudar con su ejemplo a quien pueda estar pasando por una situación similar. “Es duro no saber cómo te vas a levantar ni cómo vas a terminar el día porque, a pesar de la medicación, los brotes pueden ser muy duros y afectar de distintas formas: lo mismo amanezco con dolor en las articulaciones, que con las rodillas hinchadas, que con rojeces o manchas”, apunta María José.
Pero pasa y superar cada uno de esos golpes da más fuerzas para afrontar lo que venga. “Te he vuelto a ganar, Lupus”, se dice a sí misma victoriosa cada vez que se recupera de cada uno de esos brotes. La trabajadora del Hospital Quirónsalud Marbella se siente una afortunada. Su tratamiento, con revisiones por parte de Medicina Interna cada cuatro meses, ha logrado que se encuentre bien, a lo que también ha contribuido “mi afán de superación y el apoyo y la confianza de compañeros de trabajo, amigos y familia, que me han hecho ver que no hay que rendirse nunca”.