La madrugada del sábado 28 al domingo 29 los europeos atrasan una hora su reloj para dejar atrás el horario de verano y comenzar con el de invierno. A las 3:00 a.m. serán las 2:00 a.m. Un cambio que empezó a generalizarse en 1974, cuando muchos países adoptaron tal decisión como medida de ahorro para hacer frente a la crisis del petróleo. Desde 2001 este cambio horario se estableció con carácter indefinido gracias a una directiva del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión que se incorporó a nuestro ordenamiento jurídico a través del Real Decreto 236/2002 de 1 de marzo.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía estima que ahorro potencial en iluminación podría rondar los 300 millones de euros, de los cuales, 90 corresponderían a los hogares españoles, repartiéndose el resto del ahorro entre edificios del sector terciario y la industria.