Como si se tratara del final de un espectáculo en el que los focos se van apagando progresivamente hasta que todo queda en la más absoluta oscuridad, los vecinos de la zona de Guadalmina Alta han visto como, en un año, el Ayuntamiento apagaba las farolas que alumbraban el acceso a una de las zonas más pobladas del municipio, en cuyas inmediaciones también se encuentra un establecimiento hotelero de cuatro estrellas, una oscuridad que más allá de solucionarse, va a más. La última jugada, ejecutada por el Consistorio, hace algo más de una semana, ha sido la de apagar también el carril de acceso a Guadalmina Alta, desde la rotonda, sumiendo a viandantes y vehículos en la más absoluta oscuridad. Esta situación ha obligado a los vecinos a alumbrase con su propio teléfono móvil cuando acceden a este carril de Guadalmina Alta andando o con las luces de su vehículo; sin ellas, no se ve absolutamente nada, con el consiguiente peligro que ello conlleva, tanto para el tráfico rodado, como para el peatón. De hecho, hay que tener en cuenta que además de ser una zona especialmente poblada, y contar con un hotel en sus inmediaciones, también dispone con uno de los principales campos de golf del municipio, así como una parada de taxi, por lo que el tránsito en la zona es continuado.
Irene Catalán
Ya hace un mes, y ante la inacción del Ayuntamiento para arreglar este desaguisado, los vecinos tuvieron que tomar cartas en el asunto e instalar, con sus propios medios, unos faroles de pequeñas dimensiones para alumbrar el carril de Camino Cortés -que sigue a oscuras-, por lo que no descartan tomar otras medidas similares al respecto. “Si van a seguir apagándonos farolas que nos avisen para que podamos hacer algo al respecto, no podemos seguir así”, lamentaba a este periódico uno de los vecinos afectados por esta situación y que usa este carril a diario para ir y volver de su trabajo, advirtiendo del peligro que supone conducir por dicha vía, mucho más ahora cuando las horas de luz natural se reducen.
Por tanto, los residentes de esta zona reclaman de nuevo, y esperan que en esta ocasión no hagan caso omiso a su problema, una solución que se alarga en el tiempo sin visos de mejorar. Y es que además, los afectados se muestran especialmente sensibles con este apagón al que se ven sometidos, teniendo en cuenta que el tributo que pagan al Consistorio, en concepto de IBI y basura, oscila entre los 1.200 y los 1.500 euros.
Los vecinos llevan más de una semana sumidos en la oscuridad
Así, la ofuscación sigue reinando entre los vecinos, que lejos de ver su contratiempo con la oscuridad se está solucionando, va a peor con el apagado de carril de acceso a Guadalmina Alta ¿Qué será lo próximo para estos residentes? Ellos esperan, que la luz.