El Marbella FC se ha afianzado en los puestos que dan derecho a jugar la fase de ascenso a Segunda División, una posibilidad que cada jornada se va haciendo más real gracias a la gran regularidad que está mostrando el equipo local en la segunda vuelta de la temporada. Su victoria en Cartagena además le ha metido de lleno en la lucha por el primer puesto del grupo cuarto de la división de bronce, una posición que le daría mayores opciones de ascender. El conjunto blanquillo ya ha superado en puntuación al equipo de la pasada temporada, que a estas alturas empezó su desplome en la tabla tras un inicio arrollador.
La debacle del año pasado está muy lejos de repetirse gracias a la fuerte unión de la plantilla que dirige Fernando Estévez, el principal responsable del éxito actual del equipo blanquillo. Su trabajo y su total dedicación han permitido la construcción de un grupo muy sólido, tanto dentro como fuera del terreno de juego, que ha logrado superar muchas adversidades a lo largo de temporada. Ni siquiera las recientes lesiones de dos jugadores claves como Chus Hevia y Luis Rioja han mermado el gran rendimiento del equipo, lo cual muestra el alto nivel competitivo de la plantilla.
La recientemente asegurada estabilidad del club permite además al equipo trabajar con total tranquilidad y sin ningún tipo de preocupación extradeportiva. Con ese sustento y si los resultados siguen acompañando, el equipo puede volver a jugar la fase de ascenso a la división de plata nueve años después pero en mejores condiciones que entonces debido a la viabilidad económica de la entidad. En aquella época los jugadores estuvieron varios meses sin cobrar sus sueldos y eso supuso un tremendo desgaste anímico que acabó afectando en el rendimiento deportivo. Ahora el equipo local se centra en entrenar y jugar sus partidos intentando hacer realidad el sueño del ascenso pero sin ninguna presión o exigencia desmedida.
