La reciente llegada de 360 inmigrantes subsaharianos al hotel Oh Nice Caledonia, situado entre Benahavís y Estepona, ha generado una creciente preocupación entre los residentes locales. Este traslado, coordinado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se llevó a cabo para aliviar la presión migratoria en Canarias, que ha experimentado un aumento significativo en la llegada de pateras en las últimas semanas.
Los inmigrantes fueron trasladados en dos vuelos desde Tenerife al aeropuerto de Málaga y, posteriormente, en autobuses hasta el mencionado hotel. Aunque su estancia es temporal, a la espera de su identificación y posible reubicación en otras provincias, la comunidad local ha manifestado su inquietud por el impacto que esta situación pueda tener en la seguridad y convivencia de la zona.
Comerciantes y vecinos de Estepona han reportado un incremento en pequeños delitos, como robos y altercados, desde la llegada de los inmigrantes. Un propietario de un negocio en el centro de Estepona comentó: “Es preocupante ver cómo el comportamiento de algunos inmigrantes empieza a afectar la imagen y seguridad de nuestras calles. Este tipo de situaciones nos hace sentir vulnerables” .
Además, la Junta de Andalucía ha expresado su malestar por la falta de comunicación por parte del Gobierno central respecto a este traslado. Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, calificó de “inadmisible” no haber sido informado previamente y pidió una mejor coordinación entre administraciones .
La responsabilidad de esta situación recae principalmente en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, encargado de coordinar los traslados y el alojamiento de los inmigrantes. Sin embargo, la falta de comunicación y coordinación con las autoridades locales ha exacerbado la preocupación entre los residentes, quienes sienten que no se les ha tenido en cuenta en decisiones que afectan directamente a su comunidad.
Es fundamental que las administraciones trabajen de manera conjunta y transparente para abordar la situación migratoria, garantizando tanto la seguridad y bienestar de las comunidades locales como el respeto y la dignidad de los inmigrantes. Solo a través de una colaboración efectiva y una comunicación abierta se podrán mitigar los temores y promover una convivencia armoniosa en la región.