La reacción del PSOE de Marbella a los presupuestos municipales para 2026 ha vuelto a poner de manifiesto una contradicción que ya empieza a ser difícil de obviar: la portavoz socialista, Isabel Pérez, critica con dureza en el Ayuntamiento aquello que ha sido incapaz de defender donde verdaderamente tenía peso —en el Congreso de los Diputados— durante toda su etapa como diputada.
Mientras Pérez acusa a los presupuestos municipales de “tramposos e irreales”, la realidad es que no ha presentado ni impulsado una sola iniciativa relevante a favor de Marbella en la Cámara Baja. Ni ha exigido Presupuestos Generales del Estado ni ha peleado por inversiones que son urgentes para el municipio. Su silencio ha sido absoluto precisamente en los foros donde podía haber marcado una diferencia real.
Resulta especialmente llamativo que el PSOE centre su discurso en atacar al Ayuntamiento cuando el Gobierno central, con el aval de su propio partido, mantiene bloqueados proyectos cruciales para Marbella:
La estabilización de las playas, que afecta directamente al motor turístico del municipio.
La liberalización del peaje de la autopista, una reivindicación histórica que sigue sin atenderse.
La ausencia total de inversiones del Estado, que continúa castigando a Marbella año tras año.
Frente a todo ello, el PSOE local no solo no alza la voz, sino que normaliza y consiente esta falta de compromiso. Y lo hace, además, sin asumir responsabilidad alguna sobre las consecuencias que ya sufre la ciudad.
Mientras el Gobierno central —del mismo partido que Pérez— ni siquiera ha sido capaz de aprobar unos Presupuestos Generales, el Ayuntamiento sí presenta unas cuentas reales que garantizan el funcionamiento de la ciudad, la mejora de los servicios y la ejecución de inversiones.
Criticarlas de “ficticias” o “sin credibilidad” resulta irónico cuando proceden de quien no ha logrado traer ni un solo euro nuevo del Estado en los últimos años. Más bien al contrario ha defendido que Cataluña se lleve todo lo que no llega Andalucía o a Galicia donde ya se bonifican las autopistas.
El discurso alarmista del PSOE sobre impuestos y deuda ignora deliberadamente la realidad financiera municipal. Los ajustes realizados buscan mantener servicios públicos de calidad, garantizar la estabilidad y responder al aumento de costes. Frente al gobierno de España que está sometiendo a los españoles a la mayor subida de impuestos de la historia, llevando a los ayuntamientos a crear nuevas tasas como la de la basura.
Lo que sí es indiscutible es que Marbella continúa sin el apoyo estatal que merece y que frente a la política del reproche vacío, el Ayuntamiento sigue trabajando en lo esencial: más inversión, más servicios y más infraestructuras, pese a la falta de impulso por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.
