La diputada socialista por Málaga, Isabel Pérez, ha vuelto a intervenir en el Congreso de los Diputados con un discurso grandilocuente sobre la lucha contra el cambio climático, la COP 30 y la protección del visón europeo, mientras ignora por completo los problemas reales y urgentes que afectan a la costa de Marbella. En la Comisión de Transición Ecológica defendió una proposición no de ley del PSOE proclamando que España debe mantener “ambición y compromiso” en la acción climática.
Sin embargo, la contradicción resulta evidente: Pérez reclama en Madrid lo que su propio partido es incapaz de garantizar en Marbella y en toda la Costa del Sol. Habla de salud pública, riesgo costero, erosión y protección de ecosistemas mientras el Gobierno de Pedro Sánchez mantiene bloqueada la construcción de los espigones y de los diques sumergidos que Marbella necesita desde hace años para frenar la pérdida de arena y proteger su litoral.
Mientras la diputada socialista asegura que la subida del nivel del mar amenaza playas y ciudades litorales, en Marbella no ha movido un solo dedo para desbloquear los proyectos de estabilización de playas. Documentos técnicos, estudios y proyectos llevan años paralizados en despachos del Ministerio para la Transición Ecológica, sin presupuesto ni avances reales. La diputada, pese a ser marbellí, no ha impulsado ninguna medida decisiva para defender a su propia ciudad.
Los temporales continúan devastando el litoral marbellí, afectando a sectores esenciales como el turismo, el comercio y el empleo. Y mientras tanto, Isabel Pérez se limita a dar discursos en Madrid sin exigir ni una sola obra concreta para el municipio que la eligió. Mucha retórica, pero cero resultados.
A este abandono se suma la invasión de la macroalga asiática Rugulopteryx okamurae, un problema ambiental y económico que afecta gravemente al litoral andaluz. Pescadores, vecinos y empresarios llevan meses denunciando la falta de un plan integral por parte del Gobierno de España para combatir esta especie que arruina caladeros, colapsa playas y genera miles de toneladas de residuos cada verano. La diputada socialista tampoco ha impulsado propuestas firmes para afrontar una crisis que castiga a toda la Costa del Sol.
Resulta llamativo escuchar a Isabel Pérez hablar de proteger la salud y los ecosistemas cuando ha sido incapaz de defender algo tan básico como los espigones de Marbella. Su discurso, repleto de solemnidad y frases hechas sobre sostenibilidad, contrasta con la realidad: en Marbella no existe la más mínima gestión, presión o iniciativa por parte del PSOE para que el Gobierno de España actúe de manera inmediata.
Mientras la ciudad sigue esperando obras, soluciones y atención, la diputada prefiere vender titulares vacíos en Madrid en lugar de trabajar por Marbella. Una vez más, mucho postureo climático y ningún compromiso real con su propio municipio.
