Hoy entrevistamos a Ismael Rodríguez Lara, autor del libro ‘Pasajeros’, un poemario que se presenta mañana 21 de marzo en el Centro Cultural Cortijo Miraflores a las 19.00 horas. Rodríguez ha contestado a unas preguntas a este diario que nos han permitido conocer más acerca de él y su obra.
¿De dónde surge y por qué escribir un poemario?
La idea surge de la casualidad. Empecé el taller de poesía de ‘Mundos Posibles’ que dirige Pablo Bujalance sin ninguna pretensión de escribir un poemario, pero pasado un año vimos que había una colección interesante de poemas que merecían la pena, así que lo envié a una editorial y mira…
¿Por qué siempre tienes presente el tema de la muerte?
Ah, ¿sí? La verdad es que no soy consciente de eso. Posiblemente llevas razón. Al final la muerte es lo único que nos une a todos, ¿no?
¿Consideras que los poemas no son historias de amor? (poema “Grietas”)
No sé qué son los poemas, la verdad. Imagino que cada uno tiene una idea distinta de qué es la poesía.
¿Y qué es para ti?
Si tuviese que elegir una definición cogería la de Miguel Ángel Valente y diría que los poemas son un lugar que habitar. Y en una casa hay de todo…. Amor, grietas,….
¿Cuál sería para ti una historia de amor hecha poesía?
El poema a mi mujer (‘Mi casa’) y a mi hija (‘Pero tú’).
En ‘Clima político’ mandas una pregunta al mundo: “y acaso tú, ¿no puedes comer con tu suegra los domingos?” ¿Crees que hay mucho clima político en este sentido?
Creo que vivimos rodeados de noticias trágicas que nos impactan, y solemos posicionarnos en debates políticos sin demasiados problemas, pero hay otros muchos combates cotidianos que eludimos. Me interesa ese clima político que se respira en nuestra cotidianeidad y en la relación con los demás.
En el poemario tienes poemas que hacen referencia a tu hija, tu padre, la mujer, a tu persona… ¿hay muchos poemas autobiográficos?
Hay muchos poemas que parten de una vivencia personal, pero no todos son autobiográficos. Al final se trata de brindarle un espacio al lector, una casa donde puede estar. Y las personas son también casas, así que al final me nutro de quienes me rodean para abrir ese espacio. Pero lo importante no es que el poema sea o no autobiográfico, sino que tú sientas ese poema como tuyo.
¿Cuántos libros has leído para hacer o intentar acercarte a un número que no siempre estuvo mal en el cálculo?
Tampoco tantos… (ríe).
¿En la portada por qué el pasajero no estático aparece con los ojos cerrados?
Creo que Fani Pérez ha hecho un trabajo excelente con la portada. Cuando la editorial me preguntó qué imagen quería en la portada solo pensaba en elementos desordenados: una explosión, un viaje, una esperanza… Fani se ofreció a ayudarme y supo recoger en una sola imagen todos esos elementos que en mi cabeza era incapaz de conectar. Le estoy muy agradecido por su generosidad.
En ‘Defender mi patria’ y en ‘Un poema que atraviesa la vida’ utilizas versos desordenados, más en este último… ¿con qué intención has realizado esta técnica? ¿para sorprender al lector o por algo más reflexivo? ¿por el des(orden)?
Me parece curioso que señales ‘Defender mi patria’ porque me parece el poema más estructurado de todos. En todo caso, la idea del desorden aparece mucho en el poemario porque creo que forma parte de la vida. Y sobre el otro poema que mencionas (‘Un poema que atraviesa la vida’) aparece el último y no hace más que usar versos que han aparecido en el resto de poemas. Para mí ese poema final es un juego. Es invitar al lector a construir su propio poema a partir de trozos de lo que ha vivido.
En el poema de ‘Pero Tú’ muestras que sólo eres capaz de emocionarte con tu hija, tal vez con infancia… ¿te has emocionado alguna vez contigo mismo?
No me considero tan importante como para despertar emoción en mí mismo.
Hablas de la memoria, el sueño, la emoción… ¿crees que pueden ser ejércitos derrotados, tal y cómo muestras en el poema ‘Castillos de Algodón’?
‘Castillos de algodón’ habla del montón de ropa que se acumula a los pies de la cama. Colocarla es el verdadero clima político…
¿Hablas de resistencia y tatuaje? ¿Qué simbiosis encuentras en esa comparación?
El tatuaje permanece en la piel. Cuando lo miras puedes recordar qué pasó, por qué lo hiciste, para qué o para quién. La fotografía de un ser querido, un objeto, una prenda de ropa, son formas de resistir.
¿Crees que todos tenemos frio en nuestro corazón azul?
Sí.
En ‘Álbum de nada’, escribes que hay un pasado que no es mío, un poema que no es mío y un futuro que no es mío…y el presente, ¿Lo consideras como algo tuyo?
Los psicólogos han demostrado que cuando miramos al pasado siempre lo reconstruimos. Nada de lo que hacemos podrá cambiarlo, así que nos gusta engañarnos a nosotros mismos para evitar problemas. El presente sí es nuestro. Lo difícil es comportarse de manera que nuestro yo futuro no tenga que recomponer mucho de lo que hacemos. Así que te diría que sí: el presente lo considero mío.
¿Cuál sería tu mayor ‘Legado’?
No lo sé.
¿Añadirías algo más a ‘Un café y una libreta’?
Gracias a ese poema puedo viajar.
¿De dónde nace ‘Poemas plagiados de Esteban Peicovich’?
Aquí el mérito es de Miguel Ángel García Argüez, un poeta gaditano que me introdujo a Peicovich y me invitó a sacar frases de contexto para convertirlas en un poema. Es un gran ejercicio para entrenar la mirada.
¿Qué hay de verdad en Ismael Rodríguez Lara? ‘Soy de otro mundo’
Ahí está toda la verdad. Soy de mi mundo.
En el poema ‘El escritor’ ¿Cuánto de verdad hay en esa historia? Me sorprende que en cada poema eres capaz de utilizar distintos tipos de técnicas, ¿Es consciente esa técnica que usas?
Ese poema es un claro ejemplo de lo que hablábamos antes, porque no es un poema autobiográfico. No escribí ese poema en un bar, ni se acercó nadie a hablar conmigo. ‘El escritor’ es una situación ficticia, pero si el lector la siente como auténtica y le invita a reflexionar, a mí vale.
¿No hacer las cosas es un propósito de ser un hombre libre?
La no acción es una acción en sí misma, y guardar silencio, o no opinar en la última polémica de redes sociales me parece que simboliza la libertad de nuestra era. Me gusta mucho un verso de una canción de Poncho K que dice ‘Me sabe a libertad callarme entre tanto ruido’.
¿Qué esperas después de ‘Pasajeros’?
Disfrutar con lo que hago.
¿Cuánto tiempo has tardado desde que empezaste a escribir el primer poema hasta que has visto editado tu poemario?
Más de un año, pero nunca me planteé el poemario como un final así que no importa el tiempo que haya tardado.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
El próximo mes se publica mi primera novela “Lo peor del pasado” (Maclein y Parker). No es una novela al uso, así que tengo muchas ganas de ver cómo la reciben los lectores. También continúo escribiendo poesía y me gustaría escribir algún ensayo divulgativo que tenga que ver con mi trabajo, pero procuro no pensar mucho en ello. Ya se irá viendo…
