Izquierda Unida insta al ayuntamiento a que se inicien las actuaciones y obras de adecuación e infraestructuras básicas para poder poner a disposición de la Junta de Andalucía la parcela al sur del polideportivo Xarblanca con una superficie de 5.543,43 m2 para la instalación provisional de las aulas prefabricadas previstas para acoger al alumnado durante el próximo curso 2019/20 entretanto se construye el centro educativo permanente en el suelo junto al Hospital Costa del Sol, en Las Chapas.
El concejal portavoz de Izquierda Unida, Miguel Díaz, señala que “esta parcela, dentro de la censurable obligación de tener que albergar al alumnado en aulas prefabricadas por la nefasta previsión de la Junta de Andalucía, reúne factores complementarios que la hacen más idónea que otros suelos que se han estado barajando, ya que están junto a un polideportivo y un parque de grandes dimensiones, lo que permitirá al alumnado contar con una zona para el esparcimiento y disfrutar de actividades educativas complementarias”.
Además de esta medida provisional, desde IU se emplaza al equipo de gobierno a que ponga en marcha la modificación urbanística necesaria para la calificación de esta parcela como equipamiento educativo, con vistas a que en un futuro cercano se pueda instalar en ese suelo un instituto de forma permanente con todas las garantías educativas, ya que el importante núcleo del Trapiche carece de centro de educación secundaria y la previsión es enviarlos al instituto previsto en Las Chapas.
Izquierda Unida se reunió hace unas semanas con el AMPA La Florida del CEIP Mario Vargas Llosa para valorar las distintas disposiciones de suelo en la zona y poner en común las características puntos fuerte sy puntos débiles de los que están disponibles
“Hoy los padres y madres de alumnos residentes en este barrio, a pesar de que en la zona de Xarblanca y su entorno hay suelo suficiente para poder consolidar el mapa educativo completo con la construcción de un IES que pueda atender la demanda de educación segundaria y bachillerato de los alumnos que salen de la primaria de los CEIP Vargas Llosa y Xarblanca, se ven obligados a aceptar la construcción de este instituto en una parcela a casi 10 Km de sus casas”, recuerda Díaz.
“Vuelven a comprobar y sufrir como incluso la construcción de este instituto, con una inadecuada y desaconsejable ubicación, el Ayuntamiento y Junta de Andalucía, no solo no colaboran ni establecen marcos de cooperación estables y fructíferos para atender las demandas educativas más elementales de sus hijos, sino ambas administraciones “utilizan a los alumnos y alumnas en una perjudicial partida de pin pong”, abunda el edil.
Unos marcos de cooperación o convenios de colaboración establecidos por las legislación educativa, que son utilizados en otros municipios de forma habitual y que permiten a la Junta de Andalucía, atender las competencias señaladas por la legislación a los ayuntamientos y viceversa, en aras de garantizar la prestación del servicio educativo o de programas específicos de garantía social, actividades extraescolares, desarrollo de acciones de carácter compensatorio o actividades y servicios complementarios, etc, ya que en definitiva el derecho que debe primar es el de los ciudadanos, pues suyos son los recursos que administran ambas administraciones.
La la zona conocida genéricamente como Xarblanca, viene sufriendo desde hace años graves carencias en el equipamiento docente que demandan unos residentes cada vez más numerosos. Unas carencias mal atendidas por las dos administraciones con responsabilidades y competencias en la consolidación de equipamiento escolar de infantil, primaria y segundaria.
Desde los años 90 hasta la fecha, 2019, tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Marbella se han esforzado en la interpretación reduccionista de las competencias docentes propias y de la ampliación de las competencias de la otra administración, que para el derecho a la educación establece la legislación educativa, tanto estatal como andaluza.
Los vecinos y vecinas de esta zona de Marbella, han visto como la construcción del CEIP Vargas Llosa, solo se consiguió después del calvario que madres, padres, profesores, profesoras y sobre todo alumnos y alumnas, sufrieron durante años en un colegio prefabricado en una parcela pegada a la autopista.
Algunos años antes estos mismos vecinos también constataron como la colaboración de una Comisión Gestora de un ayuntamiento disuelto y la Junta de Andalucía, acelero la construcción del CEIP Xarblanca, en una parcela calificada como equipamiento deportivo, ubicada al norte de la barriada.