La Audiencia Provincial de Málaga ha absuelto a los responsables de la asociación Amigos de los Animales Abandonados de Marbella de todas las acusaciones que enfrentaban, destacando su compromiso con el bienestar animal y la legalidad en su gestión
La Audiencia Provincial de Málaga ha absuelto a los responsables de la asociación Amigos de los Animales Abandonados de Marbella (Triple A) de todas las acusaciones que enfrentaban, destacando su compromiso con el bienestar animal y la legalidad en su gestión.
Esta sentencia supone un gran respaldo para la labor de Triple A y de su equipo, liderado por Jan Weima, quien durante años ha trabajado incansablemente en la protección y cuidado de los animales abandonados en la Costa del Sol.
Desde su fundación, la asociación ha rescatado, cuidado y reubicado a miles de animales, brindándoles segundas oportunidades en hogares responsables, tanto en España como en otros países europeos. Durante el proceso judicial, se ha puesto de manifiesto que todas las acciones de la protectora han estado enmarcadas dentro de la normativa vigente y con el único objetivo de garantizar el bienestar de los animales.
El fallo de la Audiencia subraya que no se ha probado ninguna de las acusaciones que se habían vertido contra Triple A, desmontando así cualquier duda sobre su funcionamiento. Se ha reconocido que no hubo irregularidades en la gestión de adopciones internacionales, en los procedimientos veterinarios ni en el manejo administrativo de la asociación.
Esta resolución judicial refuerza la credibilidad y el prestigio de Triple A, que sigue siendo un referente en la protección animal. Con más de tres décadas de trayectoria, la organización continúa con su misión de rescatar y cuidar a los animales más vulnerables, gracias al esfuerzo de voluntarios, donantes y colaboradores que creen en su labor.
Jan Weima y todo el equipo de Triple A pueden mirar al futuro con la satisfacción de haber superado una difícil prueba y con la determinación de seguir trabajando por los derechos de los animales. Esta absolución no solo limpia su nombre, sino que también reafirma la importancia de las protectoras como pilares fundamentales en la lucha contra el abandono y el maltrato animal.
