El cuello de botella en San Pedro Alcántara se agrava mientras el Gobierno planea cobrar aún más por usar la vía
Los atascos diarios para acceder o salir de Marbella y San Pedro Alcántara hacia Málaga se han convertido en el símbolo más evidente del abandono del Gobierno de España hacia la Costa del Sol. La autopista de peaje AP-7, aún sin liberalizar, sigue siendo un muro económico para miles de trabajadores, vecinos y familias que necesitan desplazarse, obligados a sufrir retenciones eternas en los accesos gratuitos colapsados.
Especialmente en San Pedro Alcántara, donde se produce un auténtico cuello de botella en las horas punta, la situación es ya insoportable. La falta de alternativas viables y la negativa del Ejecutivo a liberar de una vez la autopista provocan cada día embotellamientos que afectan no solo a la movilidad, sino también a la calidad de vida y al desarrollo económico de la comarca.
A pesar de las reiteradas peticiones de vecinos, ayuntamientos, empresarios y asociaciones del transporte, el Gobierno no solo sigue sin actuar, sino que insiste en imponer peajes a la sombra o tarifas por uso bajo el eufemismo de “pago por infraestructuras”. Una decisión que amenaza con penalizar aún más a quienes no tienen otra opción que usar esta vía para trabajar o acceder a servicios esenciales.
“Nos están desollando por trabajar”, denuncian muchos usuarios habituales que consideran inadmisible que, en pleno siglo XXI, desplazarse entre municipios tan importantes como Marbella y Málaga siga siendo un lujo para muchos. Las críticas crecen, mientras el Gobierno permanece inmóvil, incapaz de ofrecer soluciones a un problema que ya asfixia a toda la Costa del Sol.
