La autopsia realizada a la profesora marbellí de 43 años, que falleció a principios de semana, dos semanas después de haber sido vacunada contra el COVID-19 con la vacuna de AstraZeneca, habría descartado la opción de que exista relación entre el deceso y la vacunación, según han adelantado desde Diario Sur.
La familia solicitó al Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella que se realizase la autopsia para conocer el origen de la hemorragia cerebral que acabó con la vida de la profesora, no obstante, las primeras conclusiones niegan relación de causalidad con la dosis de AstraZeneca.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado sobre las conclusiones de la reunión del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) celebrada para evaluar el posible riesgo de tromboembolismo después de la administración de la vacuna frente a COVID-19 de AstraZeneca.
Estas conclusiones señalan que el balance beneficio-riesgo de la vacuna frente a COVID-19 de AstraZeneca en la prevención de hospitalización y muerte por COVID-19 sigue superando el riesgo de posibles reacciones adversas.
Además, consideran que la administración de esta vacuna se asocie con un aumento del riesgo global de acontecimientos tromboembólicos en las personas vacunadas. Sin embargo, se podría asociar con casos muy poco frecuentes de formación de trombos con presencia de trombopenia, incluyendo trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC).
Por último, han apuntado que no se han identificado problemas con lotes específicos de la vacuna.